Paola Amador reveló a su familia que escuchó voces de otros ocupantes tras el accidente aéreo
Paola Amador sobrevivió al impacto de la avioneta y escuchó voces que se apagaron con el tiempo
El trágico accidente de la avioneta Cessna 206, ocurrido el pasado lunes en las montañas de Escazú, dejó cinco fallecidos y a Paola Amador Segura como la única sobreviviente. A pesar de las circunstancias, su experiencia fue aún más desgarradora, ya que escuchó las voces de otros ocupantes después del impacto, pero estas se desvanecieron con el paso de las horas.
Un vuelo que nunca llegó a su destino
La madre de Paola, Teresita Segura, relató los momentos previos al fatídico vuelo en una entrevista con Telenoticias. La joven, de 31 años, abordó la avioneta al mediodía en Tortuguero, con destino a San José. Sin embargo, debido a las condiciones climáticas y al cierre del aeropuerto Tobías Bolaños, el piloto intentó redirigir la ruta hacia el aeropuerto Juan Santamaría. Lamentablemente, la aeronave nunca llegó a su destino, impactándose en una zona de difícil acceso.
Un despertar en medio de la tragedia
Según el testimonio de Paola, se quedó dormida durante el trayecto y despertó solo para encontrarse atrapada entre los restos de la avioneta. Inicialmente, creyó que estaba viviendo una pesadilla. En medio de la confusión, comenzó a gritar y escuchó voces que intentaban tranquilizarla. Entre ellas, la de la copilota Ruth Mora, quien con palabras de aliento buscó calmarla. Sin embargo, a medida que caía la noche, esas voces se extinguieron, dejando a Paola en un desgarrador silencio.
Horas de lucha entre el frío y la incertidumbre
Inmóvil por más de ocho horas, la joven enfrentó el frío y la niebla, gritando desesperadamente por ayuda. Sus súplicas finalmente fueron escuchadas por los rescatistas, quienes lograron estabilizarla antes de iniciar un arduo recorrido por terrenos embarrados y montañosos para ponerla a salvo.
El operativo concluyó el martes por la mañana, cuando Paola fue ingresada al Hospital San Juan de Dios. A pesar de presentar múltiples contusiones, escoriaciones y traumas, su vida no corre peligro. Los médicos calificaron su supervivencia como un milagro, considerando las condiciones en las que fue encontrada.
Un milagro en medio de la tragedia
Para su familia, la experiencia de Paola no solo es una muestra de su fortaleza, sino también de algo divino. “Dios la protegió y tiene un propósito para ella”, expresó su madre, quien agradeció profundamente a los rescatistas y al personal médico que han velado por la vida de su hija.