Copiloto que murió en Pico Blanco había anticipado a su mamá con un mensaje que ahora resuena con pesar
Ruth Pamela Mora: “Si muero volando, moriré feliz”, el sueño que terminó en tragedia.
La joven Ruth Pamela Mora Chavarría, de 26 años, perdió la vida en el trágico accidente aéreo ocurrido el lunes 25 de noviembre en las montañas de Pico Blanco, Escazú. A pesar del profundo dolor de su familia, su madre, Roxana Chavarría, recuerda las palabras que su hija le compartió con claridad y pasión sobre su carrera en la aviación:
“Si yo muero en un accidente de aviación, esté tranquila porque voy a morir por lo que me apasiona y voy a morir feliz. Es mi sueño cumplido”, indicó la madre de Ruth al periódico La Teja.
Una vida dedicada a alcanzar las alturas
Ruth Pamela, conocida cariñosamente como Pamela, era la menor de dos hermanas y vivía junto a su familia en La Trinidad de Moravia, San José. Su pasión por la aviación la llevó a esforzarse al máximo, incluso obteniendo un préstamo para financiar sus estudios. Con mucho trabajo y dedicación, logró completar su formación como piloto comercial este mismo año.
El accidente ocurrió mientras volaba como copilota en la avioneta Cessna 206, matrícula TI-GER, propiedad de Aero Caribe, que se dirigía al Aeropuerto Tobías Bolaños desde Tortuguero. Además de Pamela, en el accidente fallecieron el piloto Mario Miranda, y los pasajeros Jean Franco Segura, Gabriela López Calleja Montealegre, y Enrique Arturo Castillo Incera. La única sobreviviente fue Paola Amador, quien permanece hospitalizada.
La noticia que partió a una madre
Doña Roxana recuerda con claridad el momento en que se enteró del accidente. Mientras veía las noticias del mediodía, escuchó sobre una avioneta que había perdido comunicación. Al principio, dudó que pudiera tratarse de su hija debido a la confusión entre los aeropuertos Tobías Bolaños y Juan Santamaría. Sin embargo, minutos más tarde, la tragedia se confirmó.
Sueños truncados y un legado de valentía
Pamela no solo era una apasionada de la aviación, sino también una mujer valiente y perseverante que trabajó arduamente para cumplir sus metas. Su madre destaca que, aunque el dolor es inmenso, recuerda a su hija como una persona llena de sueños que siempre luchó por alcanzarlos.
La tragedia ha dejado a su familia y a quienes la conocieron con un vacío enorme, pero también con el legado de una mujer que vivió intensamente y se entregó a su pasión.