Una pareja que desafió las normas: cuatro años sin besos ni intimidad física antes del matrimonio
El amor de Kaytlin O’Neall y Drew Brown ha capturado la atención de millones alrededor del mundo por una decisión que los distingue: después de casi cuatro años de noviazgo, esta joven pareja ha optado por reservar su primer beso y cualquier contacto físico íntimo hasta el día de su boda. Su historia no solo ha despertado admiración, sino también cuestionamientos en las redes sociales, donde ambos han compartido su perspectiva sobre el significado de su compromiso.
Un amor que nació de la amistad
El inicio de una conexión especial
Kaytlin y Drew, ambos de 21 años, se conocieron cuando eran adolescentes cursando el séptimo grado en una escuela cristiana. En aquel entonces, comenzaron como amigos. Sin embargo, en junio de 2020, confesaron sus sentimientos mutuos y, para enero de 2021, formalizaron su relación.
Una decisión personal y reflexiva
Antes de iniciar su noviazgo, Kaytlin reflexionó profundamente sobre los límites que deseaba establecer en una relación, guiada por su objetivo de priorizar el matrimonio como meta final. “Quería reservar mi primer beso y la intimidad física para mi futuro esposo”, explicó en una entrevista con People. Drew, plenamente de acuerdo con estos principios, aceptó la propuesta sin titubear.
Compromiso con la pureza: más allá de lo físico
Más que una creencia religiosa
Aunque ambos admiten que sus creencias cristianas influyeron en esta decisión, aseguran que su compromiso con la pureza va más allá de la religión. “No queríamos arrepentirnos de cruzar límites físicos prematuramente”, expresó Kaytlin.
Drew agregó: “Me siento menos egoísta en nuestra relación porque sé que estamos siendo pacientes y manteniendo nuestros principios. Esto no se trata solo de evitar el contacto físico; es una decisión basada en amor sacrificial y diario”.
Los desafíos y aprendizajes de una relación sin contacto físico
Desarrollar paciencia y autocontrol
Ambos reconocen que su decisión no ha sido fácil, pero aseguran que los ha fortalecido como pareja y como personas. “La espera nos ha permitido crecer en paciencia y autocontrol. Sabemos que estas primeras experiencias serán únicas, sin comparaciones con el pasado”, señaló Kaytlin.
Redefiniendo el amor romántico
Para ellos, una relación significa mucho más que la intimidad física. Según sus palabras: “Se trata de encontrar a alguien que te conozca profundamente, te apoye en tus pasiones y te acompañe en los momentos más difíciles de la vida”.
Un compromiso que marcó un nuevo comienzo
El 5 de octubre, Drew sorprendió a Kaytlin con una propuesta de ensueño en el castillo Glen Eyrie, donde recrearon momentos significativos de su relación. “Fue el día más mágico de mi vida. Nunca imaginé que mi mejor amigo sería también el amor de mi vida”, dijo Kaytlin emocionada.
Ambos ahora se preparan para su boda, donde sellarán su compromiso con el primer beso que han decidido reservar para este momento especial.