Joven supera leucemia tras ocho años y se convierte en médico
De estudiante a médico: joven supera leucemia tras ocho años de lucha
Lucas Visconti, un joven originario de Paraíba do Sul, en Río de Janeiro, vivió un giro radical en su vida a los 21 años cuando los dolores de cabeza que atribuía al estrés universitario resultaron ser un síntoma de leucemia. Enfrentando un diagnóstico inesperado al inicio de sus estudios de medicina, Visconti ha pasado por tratamientos complejos, recaídas y aprendizajes que lo llevaron a convertirse en médico, con la esperanza de inspirar a otros a enfrentar desafíos similares.
Un diagnóstico inesperado
De un dolor de cabeza al diagnóstico de leucemia
En enero de 2017, Lucas experimentó un dolor de cabeza severo que lo llevó a desmayarse en medio de la presión de los exámenes universitarios. Tras ser hospitalizado, múltiples pruebas médicas finalmente lo llevaron a un oncohematólogo, quien confirmó el diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda.
«Pensé que era solo estrés por los exámenes, pero fue algo mucho más grande. Fue un golpe inesperado que cambió todo,» relató Lucas.
Tratamientos, recaídas y esperanza
Quimioterapia y trasplante de médula ósea
El joven se sometió a ocho ciclos de quimioterapia, logrando remisión al cuarto ciclo, pero la enfermedad regresó un año después. En 2019, Lucas recibió un trasplante de médula ósea, con su hermano como donante. Explicó el procedimiento como una reconstrucción completa de su sistema inmunológico:
«Es como destruir una ciudad para reconstruirla desde cero.»
Innovación médica: terapia con células CAR-T
En 2022, ante una nueva recaída, Lucas accedió a un tratamiento innovador con células CAR-T desarrollado en Brasil. Este enfoque le ofreció calidad de vida, casi sin efectos secundarios:
«Pude salir del alta médica y jugar voleibol dos días después. Fue un cambio extraordinario.»
Sin embargo, en marzo de 2023, enfrentó otra recaída, requiriendo nuevos ciclos de quimioterapia y radioterapia.
El valor de una red de apoyo
Lucas destacó el papel crucial de su padre en su proceso de recuperación, quien siempre estuvo a su lado, incluso en momentos difíciles. Recordó cómo su padre, impedido de entrar a su habitación tras un tratamiento, se despedía desde el estacionamiento:
«Lloviera o hiciera sol, siempre estaba ahí para apoyarme.»
Esta red de apoyo, junto con su actitud positiva, ha sido fundamental para enfrentar los desafíos. «Nunca dudé que las cosas saldrían bien,» afirmó Lucas.
Transformación personal y profesional
De paciente a médico
Hoy, con 29 años, Lucas es médico clínico y planea especializarse en hematología y oncohematología. Su experiencia como paciente marcó profundamente su perspectiva profesional:
«Pasar por todo esto me hizo más empático. Ahora entiendo lo que significa estar del otro lado de la mesa.»
Un mensaje de esperanza
Inspirado por la Asociación Brasileña de Linfoma y Leucemia, Lucas comparte un mensaje de resiliencia con sus pacientes:
«Donde hay un 1 % de posibilidades, habrá un 100 % de esfuerzo.»
Con esta filosofía, busca ofrecer seguridad y esperanza a quienes enfrentan retos similares.