Hallan un Tigre dientes de sable bebé momificado de hace 32,000 años
Redacción
Publicado: noviembre 19, 2024
Hallazgo asombroso: descubren la momia de un tigre dientes de sable bebé de 32,000 años
Un descubrimiento fascinante en Siberia ha revelado detalles inéditos sobre el tigre dientes de sable, una especie extinta que habitó Eurasia durante el Pleistoceno Superior. Un cachorro momificado, de apenas tres semanas al momento de su muerte, fue hallado en el permafrost de Yakutia, proporcionando a los científicos pistas clave sobre la morfología y el entorno de estos felinos prehistóricos.
El descubrimiento: un tesoro bajo el hielo
Localización y contexto histórico
En 2020, exploradores en la región de Yakutia, Rusia, localizaron el cuerpo parcial de un felino momificado cerca del río Badyarikha. Este área, conocida por conservar restos de animales prehistóricos bajo el permafrost, ha sido fuente de hallazgos como mamuts y leones de las cavernas.
La datación por carbono estableció que el espécimen vivió hace aproximadamente 31,800 años, en un periodo marcado por la coexistencia de grandes mamíferos como el rinoceronte lanudo y los mamuts. Los detalles del análisis fueron publicados recientemente en la revista científica Scientific Reports.
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Características únicas del cachorro
Análisis morfológico
El espécimen estudiado incluye la cabeza, parte frontal del cuerpo, extremidades traseras y huesos de la cadera. Los investigadores lo identificaron como un cachorro de Homotherium latidens, conocido como el tigre dientes de sable europeo o asiático.
Entre las características distintivas del cachorro se encuentran:
- Cabeza corta y redondeada.
- Orejas prominentes y altas.
- Cuello alargado y robusto.
- Palmas con forma de riñón y almohadillas cuadradas en los dedos.
Si se encontrara completo, se estima que el cachorro mediría apenas 35 centímetros de largo, un tamaño sorprendentemente pequeño para un felino.
Adaptaciones al frío
El pelaje del cachorro, de color marrón oscuro, podría haber sido una adaptación al entorno helado del Pleistoceno. Sin embargo, los científicos advierten que este tono puede ser exclusivo de los ejemplares juveniles, como ocurre con especies modernas donde el color del pelaje cambia con la madurez.
Otro detalle intrigante son los mechones de pelo largos y pálidos que se extienden desde las comisuras de la boca. Esto sugiere que los adultos de esta especie pudieron haber tenido una «barba» que cubría parte de su mandíbula inferior, lo que podría haber desempeñado un papel funcional o comunicativo.
Los famosos dientes de sable: ¿ocultos o visibles?
Una de las preguntas más debatidas sobre los tigres dientes de sable es si sus icónicos colmillos superiores eran visibles cuando mantenían la boca cerrada.
Aunque el cachorro no tenía los caninos completamente desarrollados, el análisis mostró que la piel y los labios eran lo suficientemente gruesos para ocultarlos. Esto respalda la hipótesis de que los colmillos solo eran visibles cuando el animal abría la boca.
Para confirmar esta teoría, será necesario encontrar un espécimen adulto, cuya recuperación podría proporcionar más claridad sobre el aspecto y las funciones de estos dientes emblemáticos.
El legado del Pleistoceno: su importancia para la ciencia
Los hallazgos como este no solo ofrecen una ventana al pasado, sino que también ayudan a los científicos a comprender cómo las especies prehistóricas interactuaban con su entorno y cómo el cambio climático influyó en su extinción.
Este descubrimiento es otro recordatorio del valor del permafrost como archivo natural de la historia, y la necesidad de continuar explorando estas regiones antes de que el derretimiento del hielo pueda destruir evidencias cruciales.
Conclusión: un vistazo al pasado que marca el presente
La momia del tigre dientes de sable no solo destaca por su excelente estado de conservación, sino también por los secretos que revela sobre una especie que desapareció hace milenios. Este descubrimiento en Siberia refuerza la importancia de seguir estudiando el pasado para entender mejor el presente y anticipar el futuro de los ecosistemas.
