Una fuerte tormenta solar está impactando a la Tierra: Estas son las consecuencias que podría provocar
Además, el fenómeno podría provocar la aparición de auroras más abajo de los polos, permitiendo ver auroras boreales como australes.
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Además, el fenómeno podría provocar la aparición de auroras más abajo de los polos, permitiendo ver auroras boreales como australes.
El Centro de Predicción de Clima Espacial de la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE. UU.) ha lanzado una advertencia sobre la llegada de una tormenta solar geomagnética de nivel G3 o superior, programada para este jueves 10 y viernes 11 de octubre. Este fenómeno tiene el potencial de interrumpir sistemas cruciales como el suministro eléctrico, las señales de radio y los GPS, según un informe de Deutsche Welle.
Las tormentas solares geomagnéticas, como esta, ocurren cuando el viento solar interactúa con el campo magnético de la Tierra, generando perturbaciones que pueden afectar las telecomunicaciones y otros sistemas eléctricos. Las tormentas de nivel G3 se consideran de intensidad moderada a alta, y aunque sus efectos pueden ser temporales, también pueden causar fallos en las redes eléctricas y sistemas de navegación, en especial en latitudes altas.
Además, un fenómeno llamativo que podría acompañar a esta tormenta es la aparición de auroras boreales y australes, debido a la interacción entre el viento solar y los gases en las capas superiores de la atmósfera terrestre. Las auroras, normalmente visibles cerca de los polos, podrían observarse en latitudes más bajas de lo habitual durante esta tormenta, lo que permitirá a muchas personas disfrutar de este espectáculo natural. En regiones como América del Norte y Europa del Norte, se espera que las auroras boreales sean visibles, mientras que en el hemisferio sur, las auroras australes podrían apreciarse en lugares como Chile, donde en el pasado ya se han visto en zonas como Puerto Williams, Punta Arenas e incluso Chiloé.
Las auroras son fenómenos luminosos que se producen cuando partículas cargadas provenientes del Sol interactúan con los gases enrarecidos en las capas superiores de la atmósfera, específicamente en la termosfera y la exosfera. Estas partículas, al colisionar con los átomos de nitrógeno y oxígeno, provocan la liberación de energía en forma de fotones de luz, que generan los brillantes colores característicos de las auroras.
Los colores de las auroras varían dependiendo de las partes de la atmósfera y los gases implicados en la interacción. El oxígeno produce tonalidades verdes y rojas, mientras que el nitrógeno puede generar luces de tonos azules y violetas. Este espectáculo natural tiende a manifestarse en zonas cercanas a los polos, donde el campo magnético terrestre canaliza mejor el flujo de partículas solares.
La diferencia entre las auroras boreales y australes radica en el hemisferio donde ocurren. Las auroras boreales son visibles en el hemisferio norte, cerca del Polo Norte, mientras que las auroras australes se observan en el hemisferio sur, cerca del Polo Sur. En ambos casos, el fenómeno es similar, pero la ubicación geográfica determina el nombre.
Aunque las tormentas geomagnéticas como la que se aproxima no siempre causan un daño significativo, las autoridades recomiendan que se tomen precauciones, especialmente en lo que respecta a las redes eléctricas y los sistemas de comunicación. En caso de una interrupción, las afectaciones podrían variar desde fallos leves hasta apagones temporales.
Con la advertencia activa, millones de personas están atentas a los posibles efectos, pero también emocionadas por la oportunidad de presenciar uno de los fenómenos más impresionantes de la naturaleza: las auroras, que podrían iluminar el cielo nocturno más allá de los polos en las próximas noches.