Muere Sammy Basso, la persona con progeria más longeva del mundo
El joven símbolo de la visibilización de la progeria, Sammy Basso, falleció este sábado 5 de octubre a los 28 años.
Sammy Basso, un joven italiano que se convirtió en un símbolo de la lucha contra la progeria, falleció este sábado 5 de octubre a los 28 años. La noticia, que conmocionó a muchos, fue inicialmente difundida por el chef Sergio Dussin, quien publicó en su perfil de Facebook que Sammy, mientras cenaba en el restaurante Villa Razzolini Loredan en Asolo, Véneto, había comenzado a sentirse mal antes de su fallecimiento. Posteriormente, la Asociación Italiana de Progeria Sammy Basso Onlus confirmó la triste noticia.
Sammy Basso, nacido en Schio en diciembre de 1995, padecía el síndrome de Hutchinson-Gilford, una rara enfermedad genética conocida como progeria que causa un envejecimiento prematuro. Esta afección afecta aproximadamente a una de cada 20 millones de personas, y la esperanza de vida para quienes la padecen suele ser corta. A los dos años de edad, los médicos le informaron a los padres de Sammy que su hijo probablemente viviría hasta los 13 años. Sin embargo, Sammy superó todas las expectativas, convirtiéndose en la persona con progeria más longeva registrada hasta la fecha.
A lo largo de su vida, Sammy no solo luchó contra la enfermedad, sino que también se dedicó a concienciar sobre ella. En 2005, fundó la Asociación Italiana de Progeria, que lleva su nombre, con el objetivo de divulgar información sobre esta condición y recaudar fondos para la investigación científica. Su espíritu indomable y su compromiso con la causa lo llevaron a convertirse en un referente mundial en la lucha contra la progeria.
A pesar de las dificultades impuestas por su enfermedad, Sammy alcanzó importantes logros. Se licenció en Ciencias Naturales por la Universidad de Padua a los 22 años, y su tesis se centró en posibles terapias para ralentizar el avance de la progeria, demostrando así su interés en contribuir directamente a la investigación sobre su propia condición.
Sammy Basso no solo fue un símbolo de visibilidad para aquellos que padecen enfermedades raras, sino también un ejemplo de fortaleza, resiliencia y optimismo. «Nos enseñó que la vida es bella y que hay que vivirla bien», escribió el chef Dussin, recordando al joven como una fuente de inspiración para todos los que tuvieron la oportunidad de conocer su historia.
Su legado permanecerá vivo a través de la labor de su asociación, y su vida seguirá siendo un recordatorio de la importancia de la investigación científica y de la lucha por mejorar la calidad de vida de quienes padecen enfermedades poco comunes.