Chaves se beneficia del descontento hacia la clase política: un análisis sociológico
En medio de un clima de desencanto hacia la clase política, el presidente Rodrigo Chaves Robles ha logrado mantener su popularidad, con un respaldo superior al 50% tras dos años de gestión. Este hallazgo, revelado por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), resulta sorprendente, sobre todo ante las numerosas denuncias que enfrenta su gobierno, que incluyen más de 50 causas penales, ataques constantes a los medios y una evidente tensión entre los poderes del Estado.
El sociólogo Francisco Barahona, en declaraciones a DIARIO EXTRA, sostiene que la apatía de muchos costarricenses hacia los partidos tradicionales está alimentando esta confianza en Chaves. Aunque el presidente ha estado en el cargo durante más de dos años, y por tanto podría considerarse parte de la misma «casta política» que critica, aún hay quienes lo ven como un salvador en medio de un sistema desacreditado.
Barahona argumenta que la desilusión hacia la clase política se ha intensificado por la percepción de corrupción y la ineficacia de los partidos. «Esta decepción ha llevado a que muchos vean a Chaves como una figura de esperanza», explica, a pesar de que su gestión también ha suscitado críticas, como el rechazo a la Ley Jaguar, uno de sus principales proyectos.
José Carlos Chinchilla, otro sociólogo consultado, añade que el carisma de Chaves juega un papel fundamental en su apoyo popular. «Cuando la gente confía en una figura carismática, a menudo desarrolla una fe ciega en ella, independientemente de su desempeño», señala. Según Chinchilla, muchos de sus seguidores son aquellos que se han sentido marginados por la política tradicional. Aunque Chaves no ha proporcionado soluciones concretas a sus problemas, su crítica a las instituciones resulta convincente para quienes se sienten ignorados.
Ambos expertos coinciden en que el contexto actual ha creado un caldo de cultivo en el que el desencanto hacia los partidos políticos ha llevado a muchos a aferrarse a Chaves como una figura que, a pesar de ser parte del sistema, se presenta como un defensor de los olvidados. Este fenómeno plantea interrogantes sobre la naturaleza de la confianza pública y las expectativas en un líder en tiempos de crisis.
FUENTE DIARIO EXTRA