Aumenta la preocupación por los efectos del vapeo en la salud de los costarricenses
En los últimos años, el uso de dispositivos de vapeo ha crecido exponencialmente, especialmente entre los jóvenes.
Según cifras alarmantes, el número de personas enfermas en Costa Rica relacionadas con el vapeo ha aumentado drásticamente: de 13 en 2021, a 78 en 2022, y llegando a 1456 en 2023. Este fenómeno ha generado preocupación, particularmente en la población de 15 a 29 años, que representa la mayoría de los casos.
A pesar de la percepción errónea de que los vapeadores son una alternativa más saludable a los cigarrillos, los datos revelan una realidad preocupante.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que los aerosoles producidos por estos dispositivos contienen compuestos nocivos, incluyendo glicoles, aldehídos, metales pesados y otros carcinógenos que pueden tener efectos devastadores sobre la salud pulmonar y general.
Los efectos del vapeo son evidentes, no solo en quienes los utilizan, sino también en quienes están expuestos a su aerosol de segunda mano.
Estudios han mostrado que una breve exposición al aerosol de cigarrillos electrónicos puede alterar la expresión génica en los macrófagos alveolares, lo que compromete la respuesta inflamatoria y, en consecuencia, la integridad pulmonar.
Esto significa que las personas que inhalan el aerosol de quienes vapean corren un riesgo mayor de sufrir síntomas bronquíticos y dificultad para respirar, lo que es particularmente preocupante en un entorno donde el aire ya está contaminado por otras partículas.
La narrativa de que el vapeo es menos dañino que fumar cigarrillos está siendo cuestionada, ya que los números no cuadran.
A pesar de la afirmación de la industria de que los vapeadores son una alternativa para dejar de fumar, la realidad es que el aumento en el consumo de estos dispositivos coincide con un incremento en la cantidad de personas enfermas por consumo de tabaco.
Además, la promoción de productos de “bienestar” que permiten vaporizar vitaminas y otros compuestos en lugar de nicotina también presenta riesgos de salud.
Los componentes de estos dispositivos, aunque no contengan nicotina, pueden ser igualmente dañinos.
La idea de que el vapeo puede ser una solución a problemas de salud es, por tanto, engañosa y potencialmente peligrosa.
El aumento en el uso de vapeadores y el correspondiente incremento en trastornos de salud entre los jóvenes en Costa Rica plantean serias preocupaciones sobre la salud pública.
Es fundamental aumentar la concienciación sobre los riesgos asociados con el vapeo y fomentar alternativas más seguras para dejar de fumar.
Las campañas educativas y legislativas deben centrarse en desmitificar la idea de que el vapeo es una alternativa segura y saludable.