Cómo es Líbano, el nuevo foco de la guerra librada por Israel
Los intensos bombardeos israelíes efectuados el lunes en Líbano causaron 558 muertos, entre ellos 50 niños y 94 mujeres.
El Ejército de Israel anunció este martes nuevos bombardeos en Líbano, apuntando a infraestructuras y armamento pertenecientes al grupo islamista Hezbolá, en una escalada de las tensiones que ya han cobrado cientos de vidas. Estos ataques siguen a una jornada intensa el lunes, en la que las fuerzas israelíes afirmaron haber alcanzado 1.600 objetivos en el país vecino. Según el ministro de Salud libanés, Firas Abiad, los bombardeos del lunes dejaron un saldo de 558 muertos, incluidos 50 niños y 94 mujeres.
Líbano, en el centro del conflicto
Líbano, un pequeño país de 10.000 kilómetros cuadrados y con una población de menos de seis millones de personas, se encuentra una vez más en el centro de un conflicto que amenaza con desbordarse. Desde que alcanzó su independencia de Francia en 1943 y estableció su frontera sur con Israel en 1948, Líbano ha estado en constante tensión con su vecino, especialmente tras acoger a la Organización de Liberación de Palestina (OLP) en 1970, lo que lo convirtió en un blanco militar para Israel.
Israel ha llevado a cabo tres invasiones a gran escala en Líbano: en 1978, 1982 y 2006. Estos antecedentes clave subrayan la larga historia de enfrentamientos, y la situación actual abre la posibilidad de una nueva ocupación israelí.
Hezbolá: el nuevo frente
En el contexto actual, Hezbolá, un actor militar y político con gran influencia en Líbano, ha abierto un nuevo frente en la frontera con Israel, tras el inicio de la guerra en la Franja de Gaza hace casi un año. Este grupo, que apoya a Hamás, ha estado involucrado en numerosos intercambios de artillería con las fuerzas israelíes. La semana pasada, Israel atribuyó a Hezbolá una serie de explosiones que dejaron 39 muertos y casi 3.000 heridos en sus bastiones dentro de Líbano.
La situación en Líbano continúa deteriorándose, con bombardeos y enfrentamientos diarios que agravan aún más la crisis humanitaria en la región, mientras los actores internacionales buscan desesperadamente evitar una escalada total del conflicto.