Juan López, el ambientalista hondureño que presintió su muerte
Desde octubre de 2023 contaba con medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por amenazas contra él y varios ambientalistas de la región.
El ambientalista y activista político hondureño Juan López, de 46 años, fue asesinado a tiros el sábado en Tocoa, en el noreste de Honduras. López, conocido por su firme oposición a la explotación minera en una reserva forestal local, había expresado en entrevistas previas su conciencia del riesgo que enfrentaba por su labor en defensa del medio ambiente.
En noviembre de 2021, López mencionó en una entrevista con la AFP el temor constante que sentía por su seguridad: “Si uno sale de su casa siempre tiene en mente que no sabe qué le puede pasar y si puede volver a su casa, y si puede volver a ver a la familia”. Su activismo se enfocaba principalmente en la protección de los bosques y en el rechazo a la minería a cielo abierto, una causa que lo colocó en el centro de conflictos en su región.
Desde octubre de 2023, López contaba con medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos debido a amenazas recibidas, tanto él como otros ambientalistas en la región. Honduras es conocido por ser uno de los países más peligrosos para los activistas medioambientales, ocupando el cuarto lugar a nivel mundial en asesinatos de estos defensores, con 18 casos reportados en 2023 según la ONG Global Witness.
López también ocupaba el cargo de concejal en la alcaldía local, representando al partido oficialista Libertad y Refundación (Libre). Tras asistir a una iglesia en Tocoa, fue atacado por desconocidos dentro de su vehículo.
Joaquín Mejía, abogado y defensor de derechos humanos, recordó a López como un “intelectual popular” comprometido con la justicia social y la defensa de los bienes comunes. Mejía destacó que López “le metía mucha reflexión” a los problemas sociales y que estaba profundamente vinculado a la iglesia católica.
Bertha Oliva, coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, elogió a López como un “ser humano extraordinario” y un “hombre de pueblo” que sacrificó su vida por su comunidad.
En 2021, López había recibido advertencias sobre el peligro que enfrentaba, comparándolo con el destino de Berta Cáceres, la líder ecologista hondureña asesinada en 2016 por oponerse a la construcción de una hidroeléctrica. En 2018, López y otros activistas habían montado un campamento para bloquear el trabajo de una minera en Tocoa, lo que llevó a un enfrentamiento violento con los custodios de la empresa, resultando en un herido de bala y la detención de varios manifestantes, entre ellos López, quien pasó unos días en prisión junto a sus compañeros.