Bolivia, Paraguay y Brasil combaten crisis climática por incendios: “El aire es insalubre»
Dolores de cabeza, picazón en los ojos y dificultad para respirar, son algunos de los síntomas que padecen desde hace varios días miles de pobladores en estos tres países suramericanos tras incendios.
La región sudamericana enfrenta una grave crisis debido a los incendios forestales que se han desatado en varios países. Bolivia, Paraguay y Brasil están en situaciones críticas, con vastas áreas afectadas por las llamas, mientras el humo se extiende incluso a naciones vecinas como Argentina.
En Bolivia, la emergencia es nacional, y el humo espeso ha cubierto comunidades enteras, afectando gravemente la salud de miles de personas. Los residentes sufren de dolores de cabeza, irritación ocular y problemas respiratorios debido a la mala calidad del aire. “Todo está quemado; el fuego ha consumido el área protegida del Cusi, que son 37 hectáreas”, relató una mujer boliviana afectada por los incendios.
El departamento de Santa Cruz, el más grande del país, es el más golpeado, con 74 incendios activos. El humo que proviene de la Amazonía y la Chiquitanía ha alcanzado incluso la capital, La Paz, obligando a cancelar las clases debido a la contaminación. “Estamos con un índice de calidad del aire de 206, lo que significa que es un aire muy peligroso para la salud”, explicó Aldo Villavicencio, médico boliviano, durante una entrevista.
Las comunidades locales están buscando culpables, señalando principalmente a los ganaderos, quienes presuntamente utilizan el fuego para despejar áreas y ampliar los pastizales. “Son los ganaderos que a veces tumban grandes extensiones de monte y meten fuego”, afirmó Wilber Melgar, miembro de la Asociación de Campesinos.
La situación es similar en Paraguay, donde la combinación de incendios locales y los que provienen de Bolivia ha llevado a un deterioro en la calidad del aire. “Estamos todavía con aire insalubre. Se recomienda no hacer actividades físicas”, comentó una ciudadana preocupada por los efectos en la salud de la población.
Brasil también enfrenta grandes incendios forestales, exacerbados por el calor extremo y la sequía. El impacto ambiental de estas conflagraciones se ha extendido más allá de sus fronteras, afectando la calidad del aire en Argentina, a donde ha llegado el humo.
La región se enfrenta a una crisis ambiental y de salud pública sin precedentes, mientras los gobiernos intentan contener el avance de las llamas y minimizar los efectos en la población.