¿Quién fue Alberto Fujimori, condenado expresidente de Perú que murió tras padecer cáncer?
El expresidente peruano Alberto Fujimori irrumpió en la política en 1990 y, desde entonces, dividió a la sociedad de Perú. Falleció tras luchar por años contra un cáncer de lengua.
Alberto Fujimori: El polémico líder que marcó la historia de Perú
Este 11 de septiembre de 2024, Alberto Fujimori, expresidente de Perú, falleció a los 86 años, tras una larga lucha contra el cáncer de lengua. Su partida cierra el capítulo de uno de los líderes más controvertidos y divisivos de la historia reciente del país sudamericano.
Un ascenso inesperado en la política peruana
Fujimori, nacido en Lima el 28 de julio de 1938, de ascendencia japonesa, irrumpió en la política peruana de manera inesperada en 1990. Ganó las elecciones presidenciales en un contexto de caos económico y social, derrotando al reconocido escritor Mario Vargas Llosa. Su campaña, basada en un discurso antiestablecimiento, capturó el descontento popular, llevándolo a la presidencia en un momento crítico para Perú.
Gobierno de mano dura y autogolpe
Durante su primera administración, Fujimori se enfrentó a una grave crisis causada por la violencia de los grupos terroristas Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), además de una hiperinflación que devastaba la economía del país. Con una estrategia de mano dura, su gobierno logró debilitar a las organizaciones terroristas y estabilizar la economía, logros que sus seguidores aún le reconocen.
Sin embargo, su mandato estuvo marcado por graves violaciones a los derechos humanos. En 1992, Fujimori perpetró un autogolpe de Estado, cerrando el Congreso y asumiendo todos los poderes del Estado con el apoyo de las Fuerzas Armadas. Pese a la presión internacional, especialmente de la Organización de Estados Americanos (OEA), consolidó su poder y promulgó una nueva Constitución en 1993, que sigue vigente hasta hoy.
Un mandato lleno de escándalos y denuncias de corrupción
En el plano personal, su vida también fue turbulenta. En 1994, Fujimori se divorció de su esposa, Susana Higuchi, tras una serie de conflictos que culminaron en acusaciones de tortura por parte de los servicios de seguridad. Esto llevó a que su hija mayor, Keiko Fujimori, asumiera el rol de primera dama a la temprana edad de 19 años.
A pesar de sus logros en la lucha contra el terrorismo y la estabilización económica, su gobierno quedó empañado por una vasta red de corrupción liderada por su asesor Vladimiro Montesinos. En septiembre de 2000, la divulgación de un video en el que Montesinos sobornaba a un congresista opositor detonó una crisis política que obligó a Fujimori a convocar nuevas elecciones. Meses después, escapó a Japón, desde donde renunció a la presidencia vía fax.
Extradición y juicio por derechos humanos
En 2005, Fujimori fue arrestado en Chile y extraditado a Perú en 2007 para enfrentar cargos de corrupción y violaciones a los derechos humanos. En 2009, fue condenado a 25 años de prisión por las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, episodios de represión violenta durante su gobierno.
Pasó varios años en una prisión especial en Lima, que sus detractores describían como una «cárcel dorada». A lo largo de su reclusión, mantuvo contacto constante con su familia y simpatizantes, además de compartir prisión con antiguos rivales políticos como Alejandro Toledo y Pedro Castillo.
Los últimos años de un líder enfermo
A lo largo de los últimos años, Fujimori enfrentó múltiples problemas de salud, incluidas seis operaciones por una condición precancerígena en la lengua, además de padecer problemas pulmonares, hipertensión y trastornos vasculares. En diciembre de 2021, su exesposa, Susana Higuchi, falleció tras una batalla contra el cáncer de pulmón.
A pesar de su avanzada edad y su historial médico, Fujimori había manifestado su intención de volver a la política, con su hija Keiko revelando en 2023 que buscaba postularse para un tercer mandato presidencial en 2026.
Con su muerte, Perú cierra uno de los capítulos más controvertidos de su historia política, marcado por el debate entre aquellos que lo recuerdan como el hombre que salvó al país del terrorismo y aquellos que lo señalan como un dictador responsable de violaciones a los derechos humanos y corrupción desenfrenada.