Huelga de sindicatos aeronáuticos afecta a 15.000 pasajeros en Argentina
Miles de pasajeros hacían fila ante los mostradores de los aeropuertos y miraban las pantallas de información de vuelos, que mostraban carteles en rojo con el anuncio de «cancelado».
Redacción
Publicado: septiembre 7, 2024
La huelga de dos importantes sindicatos aeronáuticos en Argentina provocó una fuerte disrupción este viernes, afectando a aproximadamente 15,000 pasajeros. La Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) paralizaron 150 vuelos en demanda de mejoras salariales, exacerbando el caos en los aeropuertos del país.
Los pasajeros afectados se encontraron con largas filas y pantallas de información de vuelos repletas de avisos en rojo con la palabra «cancelado». Entre los afectados, Tamara Gutman, una diseñadora gráfica de 41 años, expresó su frustración a Reuters: «Acá no me dieron opciones de salidas más tarde durante el día y yo necesitaba viajar hoy. La única opción que me dieron fue cancelarme el vuelo y dejarlo abierto por un año… y tengo que ver cómo viajo yo a mi destino.»
La huelga se produce en un contexto de ajuste económico bajo la presidencia ultraliberal de Javier Milei, quien ha impulsado recortes y reformas que han impactado profundamente a Aerolíneas Argentinas, la aerolínea estatal. La inflación anual en Argentina, que ha alcanzado un 264%—la más alta del mundo—ha agravado la situación.
Juan Pablo Brey, líder de AAA, indicó en un comunicado que los sindicatos no habían recibido una oferta salarial adecuada a pesar de meses de negociaciones. La presión de la huelga refleja la creciente tensión entre los sindicatos y el gobierno, que ha reducido frecuencias de vuelo y recortado plantilla en Aerolíneas Argentinas en un intento por enfrentar la crisis económica.
El gobierno de Milei ha anunciado planes para privatizar la aerolínea estatal y fomentar la entrada de compañías extranjeras en el sector de la aviación, un cambio que busca modernizar la industria pero que también ha alimentado la tensión y el descontento entre los trabajadores y sus sindicatos.
