¡Escándalo en Concacaf! Comunicaciones pide fuertísimo castigo contra Alajuelense
En un ambiente tenso y lleno de polémica, el pasado martes, la Liga Deportiva Alajuelense enfrentó al Comunicaciones de Guatemala en un crucial partido por la última fecha del grupo B de la Copa Centroamericana de Concacaf 2024. Sin embargo, más allá del resultado deportivo, que terminó con una victoria 2-1 para los erizos, lo que realmente acaparó la atención fueron los graves incidentes que ocurrieron fuera del estadio Alejandro Morera Soto.
Antes del pitazo inicial, seguidores del equipo guatemalteco se encontraron con la sorpresa de no poder ingresar al estadio debido a una decisión tomada por la Fuerza Pública de Costa Rica, la cual alegó razones de seguridad tras reportarse enfrentamientos y disturbios en las inmediaciones del recinto deportivo.
Indignado por la situación, el club Comunicaciones no tardó en expresar su inconformidad a través de un comunicado oficial, donde señaló:
”Manifestamos nuestra profunda molestia y desaprobación por la decisión adoptada en el estadio Alejandro Morera Soto en contra de nuestros aficionados. Los reportes preliminares no ofrecen una justificación válida para tal medida. Exigimos a Concacaf que tome acciones disciplinarias con la máxima severidad”.
Por su parte, la dirigencia de Alajuelense se defendió asegurando que la medida fue tomada exclusivamente por las autoridades policiales y que están dispuestos a cooperar plenamente con cualquier requerimiento de la Concacaf para esclarecer los hechos.
En cuanto a las posibles sanciones, la historia reciente no favorece a Alajuelense. En el 2022, el equipo guatemalteco Municipal fue sancionado con dos partidos a puerta cerrada luego de que sus aficionados se enfrentaran con hinchas del Olimpia de Honduras antes de un partido de la Liga Concacaf, un incidente que también involucró la intervención de la Policía Nacional Civil y la detención de seis hondureños.
Si bien el aspecto deportivo sonrió a Alajuelense, dejando a los manudos con el liderato del grupo, la sombra de una posible sanción disciplinaria amenaza con empañar su avance en la competición. La Concacaf tendrá la última palabra, y la expectativa de lo que decidirá mantiene en vilo a ambos equipos y a sus respectivas aficiones.