Atroz crimen en La Guácima: Hombre fue secuestrado y asesinado tras discutir por un choque entre carros
Lo que pudo haberse resuelto de manera pacífica terminó en una tragedia cuando un hombre, identificado con el apellido Díaz Urbina, fue retenido, llevado a la fuerza y asesinado por un grupo de sujetos.
Un simple choque de tránsito se convirtió en el preludio de un brutal asesinato en La Guácima, Alajuela. Lo que pudo haberse resuelto de manera pacífica terminó en una tragedia cuando un hombre, identificado con el apellido Díaz Urbina, fue retenido, llevado a la fuerza y asesinado por un grupo de sujetos.
Una Noche Fatal
Todo comenzó la noche del domingo 12 de mayo, cuando Díaz y su hermano se encontraban en un bar en Santa Ana, San José. Decidieron retirarse del lugar y, en el camino, al parecer, chocaron contra un vehículo tipo pick-up. Lo que siguió fue un enfrentamiento con los ocupantes del otro automóvil. Díaz y su hermano detuvieron su vehículo en el estacionamiento de un comercio cercano, pero fueron interceptados por un grupo de personas que exigían cuentas por el supuesto accidente.
Secuestro y Asesinato
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, explicó que tras una riña, dos de los involucrados en la disputa forzaron a Díaz a subir a su propio carro y lo llevaron con rumbo desconocido. Ocho días después, el 20 de mayo, su cuerpo fue encontrado en las cercanías de la represa hidroeléctrica Las Ventanas, en La Guácima. El cadáver, dejado en un lugar apartado, puso fin a la búsqueda que había comenzado desde el día de su desaparición.
Operativos y Capturas
Ante este cruento suceso, agentes del OIJ realizaron cuatro allanamientos en Santa Ana la mañana del jueves, con la intención de capturar a nueve sospechosos, incluyendo dos mujeres. Sin embargo, aún quedan dos hombres prófugos, quienes habrían sido los principales responsables de llevarse a Díaz en su propio vehículo, el cual fue encontrado abandonado poco después en la misma zona.
Un Robo que Agrava el Caso
Además de ser responsables del asesinato, los detenidos también están siendo investigados por robar las tarjetas bancarias de la víctima, las cuales fueron utilizadas en distintos comercios para realizar compras por más de 700 mil colones.
El hermano de Díaz logró escapar del ataque inicial y se refugió en un residencial cercano, evitando así correr la misma suerte que su familiar. La comunidad sigue consternada mientras las autoridades trabajan para llevar a todos los responsables ante la justicia.
Este incidente sirve como un recordatorio escalofriante de cómo una situación que podría haberse resuelto de manera pacífica terminó en un acto de violencia extrema, dejando una familia en duelo y una comunidad en estado de shock.