¿No estaba limpio? Por mala calidad en el agua, Río Sena sigue sin estrenarse en Juegos Olímpicos
Hace más de un siglo, nadar en el Sena era una actividad común para los parisinos. Sin embargo, en 1923, la ciudad prohibió esta práctica debido a la grave contaminación del agua, convirtiendo al río en un vertedero de desechos fecales.
En 1990, Jacques Chirac, entonces alcalde de París y futuro presidente de Francia, prometió que los parisinos volverían a nadar en el Sena durante su mandato. Casi 35 años después, la alcaldesa Anne Hidalgo retomó esta promesa, destinando 1.500 millones de dólares para limpiar el río con la meta de permitir competiciones acuáticas en los Juegos Olímpicos de 2024 y habilitar una zona de nado en el Parc de la Villette para 2026.
Desafíos y Avances en la Limpieza
El 17 de julio de 2024, Hidalgo, junto con el presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos, se sumergieron en el Sena para demostrar el progreso en la limpieza del agua. Sin embargo, las fuertes lluvias de los primeros días elevaron los niveles de contaminación, complicando la situación.
La calidad del agua se mide en función de la cantidad de bacterias E.coli y Enterococos presentes en cada 100 mililitros. En el otoño de 2023 y julio de 2024, los análisis mostraron niveles entre 500 y 1.000 de E.coli y entre 200 y 400 de Enterococos, calificados como regulares. Otros estudios realizados en los últimos años revelaron que el Sena sigue demasiado contaminado para el baño, principalmente debido a la contaminación fecal, que puede causar infecciones de la piel y problemas gastrointestinales.
Soluciones y Estrategias Implementadas
Para combatir esta problemática, se ha trabajado en eliminar los vertidos de aguas residuales en el Sena, un reto complicado debido al sistema de alcantarillado compartido de París, donde el agua de lluvia y las aguas residuales confluyen. En caso de lluvias intensas, el sistema se desborda y, para evitar inundaciones en las calles, se abren compuertas que permiten que el exceso fluya hacia el río.
El plan incluye la captación y tratamiento de toda el agua de lluvia para evitar que las aguas residuales lleguen al Sena. Además, los barcos que navegan por el río ahora deben conectarse a la red de alcantarillado en lugar de descargar sus residuos directamente al agua.
Otras medidas incluyen el uso de lámparas de tratamiento ultravioleta (UV) para desinfectar el agua, ya que la luz solar también actúa como un desinfectante natural. Estas estrategias han mejorado notablemente la calidad del agua en días soleados sin lluvia.
Un Indicador de Progreso
Un indicador del avance en la limpieza del Sena es el aumento de la biodiversidad. En los años 80, solo se encontraban dos o tres especies de peces en la cuenca de París, mientras que hoy se registran 34 especies diferentes, demostrando la efectividad de las acciones implementadas.