Gobierno hondureño pone a Pandilleros hondureños obligados a borrar sus propios grafitis
Este lunes, las autoridades hondureñas sacaron de prisión a 30 pandilleros, vistiendo uniformes naranja y encadenados de pies, para una misión singular: borrar los grafitis de pandillas en la capital del país. Este «proyecto piloto», según el capitán José Coello, portavoz de las Fuerzas Armadas, busca eliminar los «placazos» y grafitis que las pandillas han utilizado para marcar su territorio en diversas zonas del territorio nacional.
Equipados con rodillos y pintura blanca, los reclusos se dispusieron a cubrir los símbolos y nombres que las pandillas Barrio 18, Mara Salvatrucha (MS-13) y otras bandas habían dejado en barrios del sur de Tegucigalpa y en el Estadio Nacional Chelato Uclés, ubicado en el centro de la ciudad.
Desde la Penitenciaría Nacional de Támara, ubicada a unos 20 kilómetros al norte de la capital, los presos fueron transportados en camiones verde olivo, acompañados por un fuerte contingente de seguridad. «Estamos aquí… tapando las manchas que había en las paredes y creo que es algo bueno para la sociedad», comentó uno de los reclusos a los periodistas.
El capitán Coello añadió que la intención es «borrar los mensajes diabólicos» que proyectan una «mala imagen» del país. Esta iniciativa sigue el ejemplo de medidas adoptadas en El Salvador bajo la administración del presidente Nayib Bukele. En diciembre de 2022, Honduras implementó un estado de excepción que permite detenciones sin orden judicial como parte de sus esfuerzos por contener la criminalidad de las pandillas.