Exagentes Policiales Implicados en la Formación de Sicarios
En las últimas semanas, diversas investigaciones judiciales han revelado una inquietante realidad: expolicías costarricenses están involucrados en la capacitación de sicarios. Fernando Ramírez, director del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICT), admitió ante la Comisión de Seguridad y Narcotráfico de la Asamblea Legislativa la existencia de «academias» donde exfuncionarios policiales entrenan a jóvenes para que se conviertan en asesinos a sueldo.
“Se ha observado en redes sociales que, aparentemente, en nuestro país se están creando escuelas o academias donde expolicías entrenan personas para realizar homicidios a cambio de un pago o una promesa remuneratoria”, señaló Ramírez.
Las investigaciones del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) corroboran que exfuncionarios de la institución han impartido entrenamiento en el uso de armas y tácticas militares a presuntos sicarios.
“Aunque el OIJ ha identificado a los exagentes y la banda criminal a la que asesoran, aún no se han podido llevar a cabo detenciones debido a dudas sobre el delito específico en el que podrían haber incurrido. Estamos trabajando para aclarar estos aspectos legales y proceder con las acciones correspondientes”, explicó Randall Zúñiga, director del OIJ.
Propuesta de Reforma
Frente a esta problemática, el diputado Fabricio Alvarado del Partido Nueva República ha presentado el expediente 24.404, que busca reformar el artículo 281 del Código Penal. La propuesta establece penas de prisión de 10 a 15 años para cualquier funcionario policial que, aprovechando sus conocimientos y posición, entrene o asesore a individuos o grupos en técnicas de sicariato u otras actividades delictivas organizadas. Además, se plantea la inhabilitación absoluta para ejercer funciones públicas por un periodo de 20 años.
Esta misma pena e inhabilitación se aplicarían a los exoficiales que participen en dichas actividades. Actualmente, la ley solo contempla penas de uno a seis años para quienes formen parte de asociaciones delictivas, pero el proyecto de Alvarado se enfoca en actividades específicas como el narcotráfico y el sicariato.
“Es alarmante que existan estas academias y que quienes entrenan a los sicarios sean funcionarios policiales o judiciales. Estas acciones representan un gran peligro y son absolutamente inaceptables. No podemos permitir que unos pocos individuos sin escrúpulos utilicen la formación que les ha sido dada para propósitos tan destructivos. Estas capacitaciones, que cuestan millones de colones a los costarricenses, están siendo mal utilizadas para fortalecer a quienes están desangrando nuestro país. No podemos tolerar esta impunidad”, expresó Alvarado ante el Plenario.