Adulto mayor asesinado dentro de su propia pulpería en Goicochea queria cerrar su negocio por temor a la delincuencia
Sus planes se vieron truncados de manera trágica cuando fue hallado muerto el pasado miércoles en su propio local, que también servía como su hogar.
Don Sergio Hidalgo Saborío, un comerciante de 77 años residente en Purral de Goicoechea, había contemplado cerrar su negocio, el abastecedor El Edén, debido a la creciente preocupación por la inseguridad. Sin embargo, sus planes se vieron truncados de manera trágica cuando fue hallado muerto el pasado miércoles en su propio local, que también servía como su hogar.
Un Robo Fatal
De acuerdo con el informe policial, Hidalgo Saborío fue asesinado por un intruso que ingresó a la propiedad por el techo. El atacante, aparentemente, lo golpeó y lo asfixió antes de huir con varios artículos y dinero de la caja registradora. Los vecinos se alertaron al notar que el negocio había permanecido cerrado todo el día, algo inusual, y al investigar, descubrieron el cuerpo del comerciante y alertaron a las autoridades.
Las autoridades presumen que don Sergio llevaba al menos 20 horas muerto cuando fue encontrado, según informaron fuentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Un Hombre con Temor
Hilda Hidalgo, hermana del fallecido, compartió con La Nación, que su hermano tenía planes de cerrar el negocio y vender la propiedad para regresar a Ciudad Quesada, su lugar de origen.
“Él me había contado que hace año y medio escuchó ruidos en el techo mientras dormía. Al principio pensó que era un gato, pero luego salió a pedir ayuda y el intruso huyó. No es raro pensar que el mismo sujeto podría haber regresado”, relató Hilda.
Captura del Sospechoso
El OIJ informó que un hombre de 26 años, conocido por la policía y con antecedentes de robo, fue detenido como sospechoso del crimen. La policía local ya lo tenía identificado por otros robos en la zona.
Recuerdos y Preocupaciones
Doña Hilda recordó a su hermano como una persona muy activa y emprendedora. Sergio Hidalgo había tenido varios negocios en Ciudad Quesada y Guápiles, además de haber trabajado como contador, profesor y empleado del ICE. “No podía estar quieto”, recordó su hermana, destacando su amabilidad y cariño por la familia.
El 8 de mayo, Sergio había cumplido 77 años y tuvo su última conversación con su hermana. Durante la charla, Hilda le pidió el número de algún vecino por si algo le ocurría. Sergio, en tono jocoso, respondió: “Si me muero, los zopilotes llegan, la policía me saca y me entierran en el cementerio municipal”. Este comentario ahora parece una premonición trágica para su hermana.
Este lamentable incidente resalta la vulnerabilidad de los comerciantes ante la delincuencia y la importancia de tomar medidas de seguridad más efectivas. La comunidad de Purral de Goicoechea ha quedado impactada por la pérdida de un vecino querido y respetado.