Qué pasa si me he tragado un chicle: ¿es cierta la frase «se me pegan las tripas»?
Es muy común afirmar que pasarse un chicle es perjudicial para la salud, ¿pero qué tan real es que se pega a los órganos digestivos? Vea lo que dicen expertos.
Mitos y Verdades sobre Tragarse un Chicle: ¿Realmente es Peligroso?
Durante años, se ha transmitido el mito de que tragar un chicle podría ser perjudicial para la salud, con advertencias de que podría quedarse pegado en el estómago durante años. Pero, ¿cuál es la verdad detrás de estas afirmaciones?
Lo cierto es que, aunque el cuerpo humano no puede digerir por completo el chicle, este pasa por el sistema digestivo como cualquier otro alimento y se expulsa naturalmente.
Compuesto por una base de goma, edulcorantes y saborizantes, el chicle no se adhiere al tracto digestivo, ya que la goma base no se digiere. Sin embargo, en casos raros, grandes cantidades de chicle pueden causar obstrucciones intestinales, especialmente en niños pequeños o personas con problemas gastrointestinales.
Por otro lado, masticar chicle tiene sus ventajas. Estimula la producción de saliva, lo que puede mejorar la concentración y aliviar el estrés. Además, puede ayudar a controlar el hambre y refrescar temporalmente el aliento al reducir las bacterias en la boca.
Aunque no se debe abusar del consumo de chicle, en general, tragar un chicle ocasionalmente no representa un riesgo grave para la salud.