Policía asesinado en Quepos hizo una última llamada antes de morir: “madre, te amo”
El oficial Alejandro Rodrigo Vargas Ramírez perdió la vida en un acto violento perpetrado por gatilleros en Quepos. Vargas, de 35 años y con 15 años de servicio en la Fuerza Pública, había culminado su jornada laboral y se dirigía a su hogar en motocicleta cuando fue interceptado por dos individuos armados en otro vehículo de dos ruedas.
Según relatos de sus seres queridos, Alejandro intentó contactar a su madre momentos antes de la tragedia.
“Yo andaba en el trabajo y dejé el teléfono olvidado, no pude hablar con él. Cuando llegué, tenía mensajes que decían ‘madre, te amo’”, contó doña Nuria Ramírez, madre del policía, a Noticias Telediario.
El ataque ocurrió cerca de la ruta 34, en el sector de Finca Anita, donde los agresores dispararon contra Vargas en múltiples ocasiones, causándole heridas mortales que le impidieron mantener el control de su vehículo. La rápida respuesta de los servicios de emergencia, con la Cruz Roja Costarricense desplegando una unidad de soporte básico de vida, no fue suficiente para salvar su vida.
Las autoridades judiciales, a través del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), han revelado detalles sobre el modus operandi de los agresores. Se determinó que el acompañante del vehículo que interceptó a Vargas fue quien efectuó los disparos, utilizando un arma de fuego calibre 9 mm. Pruebas balísticas recogidas en la escena del crimen están siendo analizadas para avanzar en la investigación.
La familia de Alejandro, consternada por su pérdida, ha expresado su deseo de que se haga justicia.
“Dejamos todo en manos de las autoridades, no queremos comentar nada al respecto, simplemente que se haga lo que se tenga que hacer”, declaró su hermana Karla Araya.
Alejandro Vargas además de oficial de policía; era un esposo amoroso, padre dedicado y un hermano ejemplar para sus hermanos. Según Karla, él era quien cuidaba de sus hermanos menores y los llevaba a pescar en los esteros, compartiendo momentos de alegría y amor en familia.
“Él y mi hermano mayor era quien nos cuidaba a los otros 4 menores le gustaba mucho pescar entonces nos llevaba al estero y nos montaba en las pangas en los esteros llenos de lagartos pero él nos siempre nos cuidaba. Una persona amante al futbol cada domingo que él estaba libre iba a los partidos y yo iba y siempre lo apoyaba también”, agregó Karla.