El protocolo de la Nasa para defender la Tierra de un impacto por asteroide
‘La Estrategia y Plan de Acción de Defensa Planetaria’ es el proyecto para detectar estos cuerpos.
En el vasto espacio que rodea nuestro sol, giran numerosos objetos rocosos, remanentes de la formación de nuestro sistema solar. Estos asteroides, compuestos por diversos tipos de rocas, arcilla e incluso hierro, han sido objeto de exploración y temor por su potencial impacto en la Tierra, tema recurrente en varias películas que imaginan las consecuencias catastróficas de dicho suceso.
La NASA, consciente de esta amenaza potencial, ha desarrollado a lo largo de los años un plan para defender nuestro planeta de un eventual impacto asteroidal. Documentado en ‘La Estrategia y Plan de Acción de Defensa Planetaria’ de 2023, la agencia asegura estar equipada con las capacidades necesarias para detectar y prevenir posibles eventos que pongan en riesgo la vida en la Tierra.
Kelly Fast, destacado experto de la NASA y uno de los principales autores del protocolo, enfatiza la importancia de detectar estos objetos antes de que representen una amenaza real. Según él, «es crucial encontrar estos objetos antes de que nos encuentren a nosotros».
La defensa planetaria implica un esfuerzo concertado para identificar asteroides potencialmente peligrosos a través de análisis especializados que permiten rastrear sus características físicas y dinámicas. Fast subraya que la detección temprana es esencial, ya que «el impacto de un asteroide es el único desastre natural que podría evitarse».
Uno de los principales objetivos de esta misión es desarrollar y ejecutar medidas para desviar o fragmentar un objeto en curso de colisión, con el fin de mitigar sus efectos devastadores. Según Fast, «si se identifica una amenaza de impacto con años o décadas de anticipación, una misión de desviación podría ser viable. La primera prioridad es detectarlos».
En el marco de este plan, la NASA ha anunciado el lanzamiento de nuevos proyectos, como el NEO Surveyor de infrarrojo medio basado en el espacio, que promete mejorar significativamente nuestra capacidad para evaluar los riesgos. La colaboración internacional es fundamental, con comunicados oficiales dirigidos a los gobiernos de cada país y una rápida difusión de la información a la comunidad científica y al público en general, con el apoyo de las Naciones Unidas. Este enfoque integral busca maximizar la recopilación de datos y proporcionar tranquilidad a la población ante una eventualidad.