Acusan a sacerdote de gastar dinero de la iglesia en Pokémon GO y Candy Crush
En total, serían 2.200 transacciones relacionadas a la categoría «juegos».
Un suceso sorprendente ha sacudido esta semana a la comunidad religiosa de Pensilvania, donde un sacerdote fue arrestado bajo la acusación de desviar miles de dólares de los fondos de la iglesia para adquirir videojuegos para dispositivos móviles, tales como Pokémon GO y Candy Crush.
El acusado, identificado como Lawrence Kozak, había estado en licencia administrativa desde noviembre de 2022, según reporta Catholic News Agency.
La licencia del padre Kozak se emitió tras una exhaustiva revisión de las finanzas de la Parroquia de Santo Tomás Moro por parte de la Oficina Arquidiocesana de Servicios y Apoyo Parroquial. Esta revisión reveló ciertos gastos cuestionables y niveles de gasto inapropiados que involucraban fondos parroquiales, lo que llevó a la intervención de las autoridades policiales locales.
La policía de Pensilvania procedió al arresto de Kozak la semana pasada, luego de que la Policía Estatal de Pensilvania presentara una denuncia penal en su contra. Según la denuncia, el sacerdote habría utilizado tarjetas de crédito asociadas a fondos parroquiales para realizar más de $41,000 en compras, destinadas a adquirir bienes y servicios relacionados con juegos móviles.
Las transacciones en cuestión, según fuentes policiales, incluyeron más de 2,200 compras catalogadas bajo la categoría de «juegos» en las plataformas de Apple, siendo Candy Crush y Pokémon GO algunos de los títulos mencionados.
En su declaración a las autoridades, el padre Kozak admitió no haberse percatado de haber excedido el saldo de su tarjeta de Apple, desconociendo que los cargos realizados estaban siendo transferidos a la cuenta parroquial.
Durante su entrevista con la policía, el sacerdote expresó su decepción por la situación, reconociendo que no tenía excusa válida más allá de su falta de atención a las transacciones financieras que estaba realizando.
Como gesto de rectificación, el padre Kozak procedió a devolver los fondos desviados a la iglesia, cerrando así este lamentable episodio.