Adiós a calentar agua en el microondas: por qué los especialistas recomiendan dejar de hacerlo
El microondas se ha convertido en un indispensable en la cocina moderna, ofreciendo una rápida solución para descongelar, calentar y ablandar alimentos y bebidas en cuestión de minutos. Sin embargo, su uso no está exento de consideraciones importantes que pueden afectar tanto la seguridad alimentaria como la durabilidad del aparato.
Es crucial prestar atención a los recipientes utilizados al calentar en el microondas, ya que no todos son seguros. Algunos materiales pueden deformarse con el calor, liberando sustancias nocivas que contaminan los alimentos y pueden dañar el propio microondas. Por ello, se recomienda el uso de recipientes de vidrio y cerámica, que son los más seguros y adecuados para este propósito.
El microondas, concebido como un invento revolucionario en 1945 por Percy LeBaron Spencer, utiliza un componente principal llamado magnetrón para transformar la energía eléctrica en energía electromagnética. Estas ondas interactúan con las moléculas de agua en los alimentos, generando calor y aumentando la temperatura de manera eficiente.
Sin embargo, calentar agua en el microondas puede ser un proceso delicado. A diferencia de la cocina convencional, donde el agua se calienta de abajo hacia arriba, en el microondas el proceso ocurre de arriba hacia abajo. Esto puede llevar a situaciones peligrosas, como que el agua permanezca quieta y no se evapore de manera uniforme, lo que puede provocar que el recipiente explote al retirarlo bruscamente del microondas.
Aunque calentar agua en el microondas puede ser seguro si se toman precauciones adecuadas, como colocar una cuchara en el recipiente para facilitar el movimiento del líquido, los expertos sugieren evitar este método siempre que sea posible. Para calentar alimentos, también se debe tener en cuenta que ciertas partes pueden calentarse más que otras, lo que puede afectar la calidad del resultado final.
En cuanto a los recipientes no recomendados para su uso en el microondas, se incluyen:
- Envases de aluminio o metal: Pueden provocar chispas y problemas eléctricos.
- Plástico de mala calidad: Puede derretirse y contaminar los alimentos.
- Utensilios de madera: Son sensibles al calor y pueden ser inflamables.
- Elementos de cerámica o porcelana revestidos con esmaltes: Pueden derretirse y generar chispas.
- Bolsas de papel: Pueden derretirse o liberar sustancias químicas dañinas.
- Objetos de poliestireno: Pueden liberar aditivos químicos al calentarse en el microondas.
Estos materiales pueden representar riesgos para la seguridad alimentaria y la integridad del microondas, por lo que es importante evitar su uso en este electrodoméstico. Mientras que el microondas puede ser un aliado útil en la cocina, es fundamental utilizarlo con precaución y seguir las recomendaciones de los expertos para garantizar la seguridad y prolongar su vida útil.
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