¿Por qué nunca se debería separar a los perros que se quedan ‘pegados’ después de aparearse?
Cuando un perro macho monta a una hembra, a veces sucede que los dueños intentan separarlos para evitar, de esta manera, la concepción. Descubre por qué no es recomendable hacer esto.
Los especialistas en cuidado animal advierten sobre los riesgos de separar a los perros durante el proceso de apareamiento, ya que esta acción podría causar daños graves en la salud de las mascotas. La anatomía de los canes, tanto machos como hembras, hace que la separación brusca durante la cópula sea peligrosa.
En el caso de los perros machos, el pene es la parte principal involucrada en la cópula. Forzar una separación podría provocar daños como desgarros en el aparato sexual. Por otro lado, en las hembras, el bulbo peneano se agranda durante el apareamiento, lo que puede resultar en desgarros vaginales o incluso hemorragias si se interrumpe bruscamente el proceso.
Los expertos recomiendan dejar a los perros en un ambiente tranquilo durante la cópula, ya que es un proceso natural. Si se desea evitar la reproducción, se sugiere considerar la esterilización o castración como opciones responsables.
El apareamiento entre perros implica la interacción de la vagina y el pene. Durante la penetración, el bulbo peneano aumenta de tamaño debido a la compresión venosa, lo que resulta en el abotonamiento, donde ambos perros quedan unidos temporalmente. Esta acción tiene como objetivo finalizar la eyaculación y aumentar las posibilidades de fertilización en la hembra.