Hombre murió tras ser víctima de ataque de abejas: el cadáver fue hallado en un parque
El sujeto se encontraba fumigando la zona para prevenir el dengue y no se percató de un panal de abejas que había en un árbol. Cuando los insectos tuvieron contacto con el veneno, se alborotaron y lo atacaron tanto a él como a otras personas que estaban en el lugar.
Un hombre de 71 años murió en el municipio de Santo Tomé, Argentina, luego de ser atacado por abejas que se encontraban en un panal. La víctima fue identificada como Ramón Silva, de acuerdo con medios locales.
El cuerpo fue encontrado junto a un árbol de un parque, sobre las 7 p. m. del martes 30 de enero de 2024, según indicó Nelson Ramírez, funcionario del Departamento de Relaciones Institucionales de la Policía, al medio Télam.
El funcionario agregó que “varias personas fueron alcanzadas por las abejas y afectadas por múltiples picaduras, entre ellos, el personal de la Municipalidad que se encontraba realizando el trabajo de fumigación” para prevenir el dengue.
El Parque El Gaucho fue el sitio donde ocurrió el ataque de abejas que cobró la vida de Ramón. Lo insólito de este caso es que el lugar se encuentra justo enfrente del cuartel de bomberos voluntarios del sector, que, tras la campaña de fumigación que estaban desarrollando algunos empleados de una empresa en contra del dengue, no fueron advertidos de la presencia del panal.
Luego de que las abejas estuvieran en contacto con el veneno, se esparcieron por todo el parque, lo que ocasionó que varias personas, incluidos niños, resultaran lesionadas por los insectos. Los heridos fueron trasladados de urgencia a un centro asistencial.
Según reportó Télam, testigos del caso vieron a Silva huyendo en dirección contraria a los demás transeúntes, pero lastimosamente no logró encontrar refugio.
Al lugar de los hechos llegaron los diferentes organismos de socorro a atender la situación, pero, de acuerdo con un medio local, el cuerpo de Ramón fue retirado del parque por miembros de su familia y empleados de una funeraria sobre las 10 p. m., tres horas después de ser encontrado.