Depresión y sexo: cómo afecta la actividad sexual esta condición de salud mental
Estudio señaló que problemas de salud mental podrían reducir el apetito sexual en la mitad de casos.
Los problemas de salud mental reducen el apetito sexual de casi la mitad de los españoles que los padecen y, de hecho, el 80 por ciento de las personas que han pasado por algún bache emocional, asegura que la salud mental afectó, en algún momento, a sus relaciones sexuales, según los últimos datos del XI Barómetro ‘Los españoles y el sexo’ de Control.
No obstante, atender estos problemas sigue siendo algo tabú y solo un seis por ciento de los encuestados ha acudido alguna vez a un Psico-sexólogo. Según esta encuesta, casi un tercio de los españoles ha pasado alguna vez por algún problema de ansiedad o depresión, siendo más acentuado entre las mujeres (40 %) y entre los más jóvenes (43 %). Otros problemas destacados entre los encuestados son la depresión (un 6% la padece o ha padecido en algún momento) y los trastornos de la conducta alimentaria (5 %).
«Siempre se ha puesto el foco en el beneficio del sexo en nuestra salud mental, pero queremos recordar que se trata de una relación bidireccional y que el estrés, la ansiedad o la depresión (y algunas de las medicaciones recetadas para ello) pueden afectar de manera significativa en el bienestar sexual, reduciendo el apetito, la lubricación, la erección y la llegada al orgasmo. La salud mental es un pilar básico para la construcción de vidas plenas y satisfactorias, también en el ámbito sexual», según explica la psicóloga-sexóloga experta en Parejas y colaboradora de Control, Lara Castro-Grañén.
En este sentido, la especialista apunta que «las personas que sufren algún tipo de problema de salud emocional, tienden a experimentar una sensación de inapetencia vital que se extiende a todas las áreas de su vida». «Esta inapetencia, viene acompañada generalmente de emociones desagradables, (como la tristeza o el miedo) y pensamientos negativos recurrentes. Factores que afectarán a su vivencia de la sexualidad, de la misma manera que afectan a cómo la persona ve su vida en esta etapa en la que se encuentra provocando que el placer se aleje de su día a día», añade.
Otro factor que puede entrar en juego cuando se sufre un problema de salud mental es el estrés, cuya causa se encuentra en el aumento del cortisol (hormona del estrés). Si el cortisol aumenta, la mente entiende que hay una prioridad a solucionar, quedando en muchas ocasiones la sexualidad en un segundo plano.
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En este punto, es importante tratar de dar a la sexualidad el papel relevante que merece, ya que unas relaciones sexuales satisfactorias pueden mejorar significativamente el estado emocional de la persona. «Las relaciones sexuales satisfactorias reducen los niveles de estrés y nos aportan un cóctel hormonal que reduce el dolor, nos llena de calma y hasta mejora ciertas funciones cerebrales», apostilla la psico-sexóloga.
Para recuperar el apetito sexual y mejorar el bienestar sexual cuando la mente juega malas pasadas, la experta propone incorporar el ‘MindfulSex’, término que parte del Mindfulness, un concepto que hace referencia a la capacidad para enfocar toda la atención al momento en el que se está practicando relaciones sexuales.
El objetivo es profundizar en el interior con el objetivo de intensificar el placer de nuestras relaciones, aprender a relajar la mente y el cuerpo, y a tener una herramienta que ayude a reducir la tensión. Disfrutar del famoso ‘Aquí y Ahora’, ya que, para que la respuesta sexual se dé de forma correcta, es necesario estar relajados.
Algunas de las partes del ‘mindfulsex’ incluyen: el autoconocimiento, preparar bien el espacio, eliminar los juicios o ayudarse de lubricantes y geles sexuales.