Influencer italiana, investigada por engañar a fundación de niños con autismo
Chiara Ferragni creó una campaña benéfica para apoyar a un centro médico que atiende a niños con autismo, pero parece que todo fue una fachada para ganar dinero. Las redes no se lo perdonan.
Una gran polémica está enfrentando la empresaria e influenciadora italiana Chiara Ferragni, una de las celebridades de redes sociales con más seguidores en ese país. Su imperio económico y de seguidores parece desmoronarse, luego de que se revelara un escándalo por un engaño benéfico que habría realizado con una fundación de niños con autismo.
Todo surge a raíz de una campaña benéfica que realizó la italiana. Ferragni anunció la venta de huevos de Pascua de la marca Dolci Preziosi, que llevaban su nombre y logo, por un precio de 9 euros, un valor tres veces más alto de lo normal.
Sin embargo, la exclusividad del dulce navideño y la promesa que hizo la influenciadora de que gran parte del dinero recaudado con las ventas sería una donación al hospital pediátrico Regina Margherita de Turín hizo que las personas no prestaran atención al precio y decidieran apoyar la buena causa.
La polémica estalla en este diciembre cuando la agencia ANSA y el diario Il Fatto Quotidiano publican una investigación en la que revelan que no hubo tal donación. La empresa de Chiara Ferragni donó a la fundación que atiende a niños con autismo 50.000 euros, pero antes de que se hiciera la venta de los huevos de Pascua
En primera medida, se incumplió con la promesa de que la donación sería de una gran parte de las ganancias, pero también se comprobó que esta obra benéfica fraudulenta le dejó a Chiara Ferragni alrededor de un millón de euros.
«De confirmarse estos hechos, nos encontraríamos de nuevo ante una operación comercial de Ferragni disfrazada de beneficencia, un auténtico engaño a los compradores con el agravante de aprovecharse de los niños con autismo», señaló la defensa de los consumidores Codacons.
Tras comprobar la situación, las autoridades italianas han condenado a Fenice y Tbs Crew, dos compañías de la italiana, a pagar una multa de más de un millón de euros.
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Por su parte, Chiara Ferragni utilizó sus redes sociales para pronunciarse y calificó toda la situación como «un error de comunicación».
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«Pido disculpas y anuncio un importante gesto: yo donaré un millón de euros al hospital Regina Margherita, con el fin de apoyar el cuidado de niños enfermos. Pero eso no es todo. Quiero hablar sobre este tema de manera pública, porque me di cuenta que cometí un error de comunicación», aseguró la influenciadora.
Sus palabras no han sido suficientes para los usuarios de redes sociales, quienes la atacan y condenan por el escándalo. Chiara Ferragni superaba los 30 millones de seguidores antes de esta polémica, pero cada día su cifra ha disminuido en miles, así como empresas y patrocinadores han decidido cancelar contratos con ella.