El capítulo de Pokémon que hospitalizó a 685 niños
El capítulo fue transmitido una sola vez en 1997, siendo prohibido tras los efectos que tuvo.
La popularidad de Pokémon alcanzó su punto más alto en 1997, pero no por las razones que se esperaban, ya que un episodio de la icónica serie animada dejó una marca indeleble en la historia de la cultura pop japonesa y provocó un gran revuelo en todo el mundo.
El incidente, conocido como el ‘Pokémon Shock’, tuvo graves consecuencias para cientos de niños y generó controversias que aún resuenan hoy en día.
Una técnica de animación desafortunada
El 16 de diciembre de 1997, se transmitió en Japón el episodio 38 de Pokémon titulado ‘Dennō Senshi Porygon’ o ‘Soldado eléctrico Porygon’. Este episodio en particular tenía un guión a cargo de Junki Takegami y fue dirigido por Kiyotaka Isako. La trama seguía a Ash y sus amigos en una aventura digital para reparar un sistema de transferencia de Poke-bolas dañado por el Equipo Rocket.
Sin embargo, lo que hizo que este episodio fuera tan cuestionado fue una técnica visual utilizada durante una secuencia de acción.
Para intensificar el choque entre dos ataques digitales, los animadores emplearon una técnica llamada ’paka paka’, que consistía en intercalar flashes azules y rojos a una velocidad vertiginosa en la pantalla. Esto resultó en más de 12 luces por segundo parpadeando ante los ojos de los espectadores.
Aunque los personajes de la serie lograron esquivar el ataque, muchos televidentes, en su mayoría niños, no tuvieron tanta suerte. Los efectos visuales estroboscópicos desencadenaron convulsiones y anomalías cerebrales en 685 niños que fueron hospitalizados después de ver el episodio. Soldado eléctrico Porygon fue emitido solo una vez y se canceló en otras 30 televisoras programadas, nunca volviendo a ser mostrado.
El incidente del Pokémon Shock fue ampliamente cubierto por los medios de comunicación y generó una histeria colectiva en Japón. Los síntomas incluían mareos, náuseas, vómitos, pérdida de vista o conocimiento, y, en algunos casos, convulsiones.
En 1999, el investigador estadounidense Benjamin Radford realizó un análisis exhaustivo del incidente conocido como el ‘Pokémon Shock’, dividiendo los casos en dos categorías: los ocurridos el 16 de diciembre y los que se presentaron en días posteriores.
Mientras que los primeros pacientes mostraron sensibilidad a la luz, se llegó a la conclusión de que el resto experimentó síntomas relacionados con una histeria colectiva, especialmente después de que el incidente se volviera ampliamente conocido en todo Japón.
Radford enfatizó que no se trataba de una simulación por parte de los afectados ni de una invención. Los síntomas eran reales, pero surgieron como resultado de la exposición a otros individuos que ya estaban experimentando malestares similares.
En última instancia, se llegó a la conclusión de que el episodio de ‘Soldado Eléctrico Porygon’ había generado un temor significativo entre las familias japonesas, lo que condujo a la manifestación de síntomas de naturaleza psicológica.
La cadena estadounidense ‘CNN’ informó sobre la hospitalización de cientos de niños en Japón, mientras que el periódico ‘The Guardian’ recopiló testimonios impactantes de jóvenes afectados.
Aunque la fotosensibilidad fue un factor determinante en la gravedad de los síntomas, también se descubrió que las condiciones del entorno en el que se veía el episodio desempeñaban un papel crucial. Niños que veían el episodio en condiciones de poca luz, muy cerca del televisor y con una atención excesiva eran más propensos a sufrir problemas.
Repercusiones para la franquicia
El escándalo del ‘Pokémon Shock’ tuvo un impacto significativo en la producción japonesa. Aunque Nintendo, propietario de la franquicia de videojuegos, no tenía responsabilidad directa en la producción del programa de televisión, sus acciones se devaluaron.
TV Tokio suspendió la emisión del programa durante cuatro meses y las autoridades interrogaron a los productores para determinar las responsabilidades.
A nivel internacional, la mala fama afectó las negociaciones para exportar el contenido de Pokémon a cadenas televisivas extranjeras, ya que temían que episodios similares ocurrieran en otros países.
De manera sorprendente, el incidente en Japón sirvió de inspiración a las fuerzas militares estadounidenses para investigar y desarrollar nuevas armas, como lo informó una investigación de la revista ‘WIRED’.
Documentos previamente clasificados del Centro Nacional de Inteligencia Terrestre de Estados Unidos revelaron planes relacionados con armamento que involucraba pulsos electromagnéticos o luminosos diseñados para impactar el equilibrio, la vista e incluso la capacidad motriz del enemigo.
Alegaciones de satanismo y ocultismo
Además de las convulsiones, el ‘Pokémon Shock’ también generó alegaciones de que Pokémon estaba relacionado con el satanismo y el ocultismo. Blogs y figuras religiosas afirmaron que el programa contenía elementos que promovían estas prácticas.
El pastor y exorcista Hugo Álvarez incluso afirmó que había atendido casos de niños poseídos o afectados por Pokémon. Según él, el programa incluía elementos que provocaban posesiones demoníacas, como criaturas que traspasaban paredes y practicaban brujería.
“Imagínense, el niño llevaba tres días con un muñequito de Pokémon en la mano. Además, presentó cambios de actitud; era agresivo, rebelde, ofendía a su madre con groserías que nadie le había escuchado. […] Estas manifestaciones se dan por prácticas de ocultismo”, sostuvo el pastor Álvarez.
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El 19 de abril de 2001, EL UNIVERSAL informó sobre una iniciativa impulsada por el párroco Juan Ramón Hernández en Pachuca, Hidalgo. Esta consistía en la convocatoria a sus feligreses para que destruyeran todos los objetos relacionados con los Pokémon y se liberaran de lo que consideraba ‘mensajes subliminales’ asociados a la franquicia.
En este contexto, se llevaron a cabo acciones de eliminación de juguetes, figuras y tarjetas relacionadas con la popular franquicia japonesa.
Estas acciones se justificaron argumentando que los objetos Pokémon eran percibidos como «promotores de la violencia, contrarios a los valores de la convivencia social y familiar, y perjudiciales para las mentes infantiles». Sin embargo, no se mencionó ninguna connotación diabólica o satánica asociada a ellos.
A pesar de todas estas controversias, Pokémon sigue siendo una de las franquicias más populares y queridas en todo el mundo. Los juegos, películas y series continúan siendo un éxito, y el episodio del ‘Pokémon Shock’ es solo un capítulo en la rica historia icónica japonesa.