Laura Chinchilla asegura que Rodrigo Chaves está: “derrotado, frustrado por la incapacidad de combatir la inseguridad”
La exmandataria criticó la decisión del Gobierno de transferir la responsabilidad de los proyectos de seguridad exclusivamente a los diputados.
El miércoles anterior durante la presentación de la Política Pública de Seguridad Nacional el presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles desconvocó la agenda del Gobierno en la Asamblea Legislativa y anunció que convocará 26 proyectos priorizados por los legisladores.
“¡Le ordeno a la ministra de la Presidencia (Natalia Díaz) que desconvoque de manera inmediata todos los proyectos que presentamos a la Asamblea Legislativa y convoque los 26 leyes que dicen en la Comisión de Seguridad que consideran apropiados! A partir de este momento, el Congreso tiene la absoluta responsabilidad, sin la participación del Poder Ejecutivo, de generar las leyes que garanticen la desactivación eficaz y contundente de los grupos criminales”, dijo Chaves.
Esta decisión fue duramente criticada por la exmandataria de la República, Laura Chinchilla Miranda (8 de mayo de 2010 – 8 de mayo de 2014).
“Lo que el país vio fue a un hombre derrotado, frustrado por la incapacidad de combatir la inseguridad y criminalidad del país. Un hombre que a pesar de ser el comandante en jefe de las fuerzas de seguridad de Costa Rica renuncia a su obligación constitucional de defender a los ciudadanos de la criminalidad y que en consecuencia pasa la pelota a los diputados”, declaró Chinchilla en un foro que se realizó en la Asamblea Legislativa.
“Es muy grave lo que vimos porque el país, pero sobre todo los criminales, quedaron notificados de que el Gobierno declina en sus obligaciones de perseguir y prevenir la criminalidad”, agregó.
Chinchilla afirmó que a lo largo del tiempo, ella y otros expertos en seguridad han propuesto soluciones, sin embargo, desde el ámbito de Casa Presidencial, no han mostrado disposición para recibir esas sugerencias.
“He dicho mucho lo que hay que hacer en base a mi experiencia en el pasado y la que sigo teniendo, pero el otro gran problema que vemos es que no se quiere escuchar. Hay un liderazgo que no escucha, no se deja ayudar y entonces no podemos estar diciendo qué es lo que hay que hacer”, indicó.
“No hay un deseo de comerse esta bronca como hubiésemos esperado que lo hiciera”, finalizó.
Fuentes citadas:
El Observador.