Papa habló con familias de rehenes de Hamás y de presos palestinos: ‘No es guerra, es terrorismo’
‘He escuchado cómo ambos están sufriendo’, declaró el papa Francisco tras el encuentro con algunas de las víctimas del conflicto entre Israel y Hamás, que anunciaron una tregua de cuatro días.
El papa Francisco se reunió este miércoles por separado con parientes de rehenes de Hamás en Gaza y de presos palestinos en Israel, y afirmó que ambas partes están «sufriendo mucho», asegurando que lo que está pasando en Oriente Medio “es terrorismo”.
«No olvidemos perseverar en la oración por los que sufren a causa de las guerras en tantas partes del mundo, especialmente por el querido pueblo de Ucrania y de Israel y Palestina», fue el nuevo llamamiento del papa al final de la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro.
Allí, el pontífice argentino, de 86 años, anunció que había recibido a las dos delegaciones, «una de israelíes que tienen familiares rehenes en Gaza, y otra de palestinos que tienen a familiares presos en Israel».
«Sufren mucho, y he escuchado cómo ambos están sufriendo», enfatizó el papa.
«Las guerras causan esto, pero aquí hemos ido más allá de las guerras. Esto no es una guerra, esto es terrorismo», añadió, sin especificar si se refería a los ataques de Hamás el 7 de octubre en Israel, a la operación militar israelí efectuada en respuesta, o a ambos.
Y de nuevo clamó para «avanzar hacia la paz». «Rezad mucho por la paz. Que el Señor nos ayude a resolver los problemas y a no seguir con las pasiones que al final matan a todos. Recemos por el pueblo palestino. Recemos por el pueblo de Israel para que llegue la paz», dijo.
El Vaticano explicó la semana pasada que, con estos encuentros privados, «de naturaleza exclusivamente humanitaria», el obispo de Roma quería mostrar su «cercanía espiritual».
Israel y el movimiento islamista palestino Hamás anunciaron este miércoles 22 de noviembre un acuerdo que permitirá la liberación de por lo menos 50 rehenes israelíes y de presos palestinos, durante una tregua de cuatro días en la Franja de Gaza tras semanas de incesantes bombardeos.
Los milicianos de Hamás liberarán durante esa tregua a 50 mujeres y niños capturados durante su ofensiva del 7 de octubre en el sur de Israel.
En aquellos ataques, efectuados por sorpresa coincidiendo con el final de una festividad judía, Hamás mató a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles de todas las edades tiroteados, quemados vivos o mutilados. Los islamistas secuestraron igualmente a unas 240 personas.
Israel declaró la guerra a Hamás y desde entonces bombardeó sin cesar el empobrecido enclave y lo ha sometido a un estricto asedio. Según ese grupo, que gobierna la Franja, los ataques israelíes dejaron más de 14.000 muertos, en su mayoría civiles e incluyendo miles de niños.