Profesor sueco propone comer carne humana para salvar el planeta
El aseguró que el canibalismo puede ayudar a combatir el cambio climático.
Es una propuesta que a muchos les ha parecido grotesca y ha generado un intenso debate en las redes sociales.
Un académico sueco ha propuesto que comer carne humana puede ser una de las formas de salvar el planeta frente a los devastadores efectos del cambio climático.
De acuerdo con Magnus Soderlund, profesor de Marketing de la Escuela de Economía de Estocolmo, el canibalismo podría sustituir a la industria de la carne y a la agricultura, que perjudican al medio ambiente.
Durante un programa en la televisión local, dedicado a un evento sobre el ‘’alimento del futuro’’, el docente ha sugerido que puede ser necesario recurrir al consumo de carne humana para salvar a nuestro planeta del calentamiento global.
Soderlund dijo que está dispuesto a organizar seminarios sobre la necesidad de consumir carne humana para detener el cambio climático.
Según este investigador, comer cadáveres humanos en lugar de carne animal y verduras podría ser la solución del problema medioambiental, ya que sustituiría a la industria cárnica y la agricultura que, según varios ecologistas, es en mayor parte responsable del calentamiento global.
– Just när det gäller människokött så finns det enormt många olika tabun.
– Folk i allmänhet är lite lätt konservativa när det gäller att äta saker som de inte är vana vid.Dumma dumma konservativa, bakåtsträvande människor som vägrar äta upp varandra för att rädda klimatet!!1!! pic.twitter.com/7o79ymMN6E
— Mattias Albinsson (@mattiasreporter) September 4, 2019
El académico comentó que uno de los mayores obstáculos para su propuesta serían los tabús culturales con respecto a los cadáveres humanos, ya que muchos verían lo de consumir carne humana como una profanación, recoge RT.
Este investigador y profesor sueco, economista que ha trabajado en la ciencia del comportamiento, también admitió que la sociedad moderna es ‘’ligeramente conservadora’’ cuando se trata de comer cosas poco corrientes, como cadáveres humanos.