Un hongo está evolucionando para infectar seres vivos y los humanos podemos tener la culpa
Un salto evolutivo en los hongos del género Mycenas ha sorprendido a un equipo de científicos de Dinamarca.
Los micólogos, científicos que estudian a los organismos del reino fungi, creían que los hongos del género Mycena, comúnmente conocidos como setas de sombrero, tenían la única labor de descomponer materia orgánica de árboles y plantas muertas.
Sin embargo, un grupo de expertos ha descubierto que algunas especies de esta familia de hongos, compuesta por más de 200 especies que están distribuidas por todo el mundo, ya tienen la capacidad de infectar a sus huéspedes usuales cuando todavía se encuentran vivos.
La investigación, liderada por micólogos de la Universidad de Copenhague en Dinamarca, fue realizada en los hongos Mycena locales de dicho país. Sus hallazgos se publicaron el pasado mes de mayo en la revista Environmental Microbiology.
«Están en el proceso de un desarrollo evolutivo, desde ser únicamente descomponedores de material vegetal no vivo hasta ser invasores de plantas vivas, bajo condiciones favorables», sostuvo Christoffer Bugge Harder, autor principal del estudio, sobre estos hongos, que suelen ser diminutos.
Beneficioso para las plantas
Según los expertos, una vez que un hongo invade una planta puede tener tres estrategias distintas: ser parásitos, saprófitos o mutualistas.
“Pueden ser parásitos dañinos y succionar la vida de sus nuevos huéspedes; pueden ser saprófitos, es decir, acechar como buitres, esperando inofensivamente a que la planta muera, y ser los primeros en darse un festín con ella como carroña, o pueden empezar a trabajar juntos”, es decir, ser mutualistas.
En el caso de algunas especies de Mycenas, se ha encontrado evidencias tempranas de que estas se encuentran en este último grupo, ya que están “desarrollando gradualmente la capacidad de colaborar con los árboles», aunque destacan que dicha facultad «aún no se ha perfeccionado».
«Vemos que algunas Mycenas parecen intercambiar nitrógeno, un nutriente indispensable para las plantas, con carbono de las plantas», afirma el investigador en un comunicado.
Los humanos serían responsables
Según el equipo de científicos, el salto evolutivo que ha dado Mycenas se habría producido por condiciones favorables que los seres humanos hemos incentivado.
«Es razonable creer que los humanos hemos desempeñado un papel en esta adaptación, porque nuestras plantaciones monoculturales, por ejemplo bosques, han proporcionado a los hongos condiciones óptimas para adaptarse. Los hongos parecen haber aprovechado esta oportunidad», afirma. .
«Los hongos especializados prosperan en los bosques antiguos. En este escenario, Mycena no tiene muchas posibilidades de asentarse en los árboles vivos porque los otros ya están presentes en este entorno natural y no los dejan entrar», dice el micólogo.
En cambio, en las plantaciones homogéneas y jóvenes cultivadas por humanos, las Mycenas tienen una oportunidad, porque los hongos especializados aún no se han establecido en dicho lugar.
«Estos lugares presentan condiciones difíciles para muchos organismos, pero Mycena se encuentra entre los que parecen beneficiarse», indica el especialista.