Científicos hallaron extraños seres microscópicos en la fuente de agua más antigua de la Tierra
Un variado ecosistema de vida microscópica subsiste en este peculiar ambiente de 2.000 millones de años, completamente aislado de la superficie.
Las aguas subterráneas de las profundidades de la mina Kidd Creek en Ontario (Canadá), unos de los yacimientos más hondos que existen el mundo, son consideradas la fuente natural de agua más antigua de la Tierra. Con más de 2.000 millones de años, data del Precámbrico, es decir, mucho antes que los dinosaurios caminasen sobre la superficie.
Esta fuente de agua prehistórica estuvo oculta en el interior del planeta durante eones, hasta que fue descubierta en 2009 por un grupo de científicos a 2,4 kilómetros bajo la superficie del depósito canadiense. Sin embargo, lo más sorprendente es que, en sus muestras, se ha encontrado un ecosistema de seres microscópicos que ha sobrevivido durante todo este tiempo lejos del contacto con la superficie.
El equipo de científicos detrás de este hallazgo, liderado por Barbara Sherwood Lollar, geóloga de la Universidad de Toronto, quien creyó en un inicio que era imposible que algunas especies hayan sobrevivido en el ejemplar de agua que recolectaron. Esto se debe a que fueron recolectadas de un ambiente donde no llega el oxígeno ni la luz solar y donde los nutrientes son escasos para cualquier organismo.
Sin embargo, tras buscar signos de actividad biológica, Sherwood y sus colegas descubrieron, en 2019, que su sospecha estaba completamente errada, puesto que hallaron un extraño ecosistema de bacterias y microbios que han logrado subsistir.
Vida bajo la tierra
Aunque el equipo de Sherwood no tienen la menor idea de qué tipo de especie son los microbios que existen bajo la mina Kidd Creek, sí conocen cómo es que han logrado sobrevivir todos estos milenios en tales condiciones hostiles.
Como escribieron en su artículo, las criaturas parecen haberse adaptado para respirar azufre en vez de oxígeno y vivir de las sustancias químicas existentes en las paredes del depósito, principalmente de la pirita. Este es un mineral que tiene una apariencia muy similar al oro.
«Es fantástico poder ver que [los microbios] están allí», dijo Sherwood en una entrevista con The Scientist. «Es un sistema fascinante en el que los organismos literalmente comen ‘oro de los tontos’ para sobrevivir», señaló.
«Galápagos subterráneas»
Según un amplio estudio de 2018, a cargo de Deep Carbon Observatory, un programa global que se encarga de entender el papel del carbono en la Tierra, la gran biosfera de microbios que existen bajo los continentes y los mares se estima en aproximadamente 2.000 millones de kilómetros cúbicos.
Esto es casi el doble del volumen de todos los océanos terrestres. Allí la razón, por la cual también este ecosistema oculto sea conocido por algunos como las «galápagos subterráneas».
En los últimos años, investigadores han descubierto ecosistemas de bacterias similares en diversos ambientes que se creían hostiles, tales como en sedimentos profundos bajo el lecho marino y en respiraderos volcánicos del fondo del océano.