Alternativas libres de humo contribuyen a generar cambios en fumadores
La importancia de la reducción de daños del tabaco, entendida como el acceso a información y alternativas de menor riesgo por parte de fumadores que no van a dejar el hábito, es fundamental para apoyar a los pacientes y brindarles opciones, destacó el médico salvadoreño Edward Wollants, quien participó en el Congreso Costarricense de Metabolismo 2023 (ICOMET).
Estas alternativas pueden ser, por ejemplo, para que el fumador pueda abandonar el cigarrillo de tabaco común y cambiar al uso de dispositivos libres de humo como el cigarrillo electrónico o los productos de tabaco calentado.
El Dr. Wollants , especialista en Medicina Interna, explicó que la reducción de daños se basa en el sistema transteórico de control de hábitos de Prochaska y Diclemente (la hipótesis de que los cambios de conducta siguen una serie de etapas más o menos estandarizadas), y pretende lograr el entendimiento del sistema que domina en el cerebro sentimientos de placer, cómo respuesta a los estímulos.
En este sentido, el Dr. Wollants destacó que el profesional en salud tiene que volverse un acompañante y consejero para guiar al paciente, no para generarle prohibiciones, lo que tendrá un impacto positivo en la salud pública y permitirá tener mejores resultados frente al fracaso que se observa actualmente en el manejo de las adicciones.
Las estrategias de reducción de los daños causados por el tabaco motivan a las personas a dejar de fumar mediante el uso de productos de nicotina más seguros , incluidos los dispositivos de vaping (cigarrillos electrónicos), los productos de tabaco calentado (HTP) y el snus oral pasteurizado, lo que mejora la salud y reduce las muertes al permitir que las personas utilicen la nicotina sin el humo que causa la enfermedad.
La reducción de daños en el consumo de tabaco aborda una cuestión de enorme importancia. A nivel mundial, el tabaquismo es la principal causa evitable de mortalidad y morbilidad prematuras: más de 7 millones de personas mueren al año por una enfermedad relacionada con el tabaquismo. Según la Organización Mundial de la Salud 1.100 millones de personas fuman en todo el mundo, y se prevé que esta cifra no variará mucho hacia el 2025.