Vindas revela abusos en ‘call centers’, pero busca empleo para su hermana en uno de ellos
“Los años de terapia que tuve que pagar después de ese exceso de jornadas que me destruyeron mi salud mental”, indicó la diputada.
La congresista del Partido Frente Amplio, Priscilla Vindas, manifestó durante la discusión del proyecto de jornadas 4×3 que tuvo que pagar años de terapia por trabajar en un call center donde la insultaban.
Sin embargo, en una captura de un tuit de la congresista en 2019 que circula en Twitter, la congresista solicitaba a sus seguidores una oportunidad laboral para su hermana en la misma industria.
“Mi hermana está buscando trabajo en call center. Tiene experiencia en Customer Service y fraude”, escribió la congresista en la red de microblogging.
¿Qué más dijo Priscilla Vindas de los centros de llamadas?
La frenteamplista manifestó que trabaja en call centers desde los 18 años y que las condiciones que vivió fueron además de traumáticas inhumanas.
“Hay una frase de Rosa Luxemburgo que quizá suene un poco trillada, pero quien no se mueve no siente las cadenas, esa es la situación de nuestra fuerza laboral en este momento al día de hoy agradecen tres días libres y jornadas de 12 horas, porque están adormecidos, y porque están tan acostumbrados a que les violenten sus derechos laborales todos los días que esto les parece el gran regalo, ¡por favor!”, indicó.
“Yo seré muy joven, pero trabajo desde que cumplí 15 años con una carta de mi papá, desde que tengo 18 trabajo en call center, y me he tenido que tragar insultos, me he tenido que tragar personas que me tratan como si yo fuera una basura, y a eso es lo que estamos en este momento condenando a la juventud de Costa Rica, a que pierdan su salud mental, a que desperdicien los mejores años de su vida en un centro de llamadas siendo insultados y viendo su dignidad simplemente desdibujada”, agregó.
Vindas manifestó además: “A uno lo insultan acá en un call center y uno tiene que pedir disculpas al cliente, esa es la realidad, me gustaría que todos ustedes acá se sentaran a tomar llamadas 10 horas de insultos, de gritos, divino, divino, sale una sintiéndose feliz de la vida y por favor noten mi sarcasmo”.
La legisladora insistió en que: “La salud mental, la salud física, el tiempo con la familia eso sí que se va, eso si que se pierde y son compañías de papel que no pagan el seguro los primeros tres meses y después desaparecen y se vuelven en otra sociedad, esa es la realidad de las personas jóvenes”.
“A mí nadie me lo tiene que contar porque yo lo viví y lo digo porque esa fue mi realidad por muchísimos años. no me digan que no hemos llevado palo, he llevado palo, y yo no quiero que nadie más tenga que llevar ese palo que yo si tuve que llevar”, dijo.
“Los años de terapia que tuve que ir a pagar también después de ese exceso de jornadas que me destruyeron mi salud mental, que me mantuvieron en una silla pegada a unos auriculares, donde tenía seis minutos para ir al baño durante el día, bueno lo llamaban más bonito tiempo personal, seis minutos al día tiempo personal, díganme si ustedes han trabajado bajo esas condiciones, o bueno vayan y trabajen bajo esas condiciones a ver si aguantan, a ver si les gusta”, finalizó la congresista.