Científicos advierten de la ubicación de un planeta que podría acabar con la vida en la Tierra
Este hipotético mundo, situado entre Marte y Júpiter, provocaría una cadena de eventos que dejaría a nuestro planeta inhabitable
Una de las rarezas de nuestro sistema solar es el espacio que hay entre las órbitas de Marte y Júpiter, una frontera que divide a los planetas pequeños y rocosos de los grandes y gaseosos. Allí, en vez de situarse un mundo de tamaño intermedio, hay un cinturón de asteroides.
Por ello, el astrofísico Stephen Kane, de la Universidad de California en Riverside, se propuso averiguar qué pasaría si se formara un planeta en dicha zona de nuestro vecindario cósmico. Los resultados, que no son nada alentadores para la Tierra, se han publicado en la revista ‘The Planetary Science Journal’.
Un planeta que deja fuera a la Tierra
Mediante simulaciones dinámicas, Kane introdujo entre Marte y Júpiter planetas con distintas masas. En cada escenario, observó sus efectos en las órbitas de los demás planetas.
Así, detectó que, en la mayoría de los casos, el sistema solar terminaba desequilibrándose.
Dependiendo de su masa y ubicación exacta, la presencia de este mundo hipotético expulsaba a uno o más planetas del sistema solar. En algunas de esas simulaciones, lo hizo con la Tierra, la cual terminó vagando en el espacio interestelar y perdió todas las condiciones de habitabilidad que hoy permiten la vida en nuestro planeta.
En otros escenarios, salieron expulsados Mercurio y Venus. Las simulaciones también arrojaron a Urano y Neptuno fuera del sistema solar.
¿Por qué ocurre?
Este desequilibrio se debe a la influencia que ejercería el planeta ficticio en Júpiter. Este gigante gaseoso contiene una masa equivalente a 318 tierras, más que todos los demás planetas juntos, por lo que su influencia gravitacional es clave en el sistema solar.
«Este planeta ficticio le da un empujón a Júpiter que es suficiente para desestabilizar todo lo demás. A pesar de que muchos astrónomos han deseado este planeta adicional, en realidad es bueno que no lo tengamos», señala Kane.
«Nuestro Sistema Solar es un mecanismo perfectamente afinado, en el que todo funciona con la precisión de los engranajes de un reloj. Agregue más engranajes a la mezcla y todo se romperá», agrega.
Los hallazgos del estudio refuerzan la importancia de planetas con las características de Júpiter en otros sistemas planetarios, ya que esta influencia puede dar la estabilidad necesaria para la presencia de mundos habitables.