‘El pueblo’: la frase que no puede faltar en un discurso populista y politiquero
“Diputados, políticos, sindicatos y hasta ‘medios de comunicación’ hacen lo que quieren con la Constitución Política para usar ‘al pueblo’ de palanca política”
Días convulsos se han vivido últimamente, se viven actualmente y se vivirán en el futuro cercano con una sociedad costarricense cada vez más dividida por temas debatibles que solo permiten dos posiciones: blanco o negro.
“Luchas” sindicales, huelgas, protestas, religión, estado laico, política, baños neutros, discriminación y, aunque suene sumamente absurdo e impensable en la democracia más antigua de la región, el machismo y los derechos humanos siguen siendo temas que son objetos de discusión.
Lo más lamentable de todo es cuando existe una o más personas siendo víctimas de alguna situación y estas sean utilizados como escudo y arma ante una oportunidad plena para hacer política populista y quedar bien frente a un grupo meta de la población.
Es cuestión de todos los días escuchar a alguien argumentar una posición sobre un tema con la frase “el pueblo”, haciendo referencia a la población costarricense en general, aduciendo que la representan en su totalidad y que son sus defensores a capa y espada, aunque sus acciones demuestran que eso lo harán siempre y cuando concuerde con sus intereses.
Sindicatos, diputados, asesores, partidos políticos, gobernantes e inclusive supuestos “medios de comunicación” se atribuyen ser representantes del pueblo a diario y hablan de “el pueblo” como si todos tuviésemos las mismas oportunidades, pensamientos y los mismos problemas, pero eso les da pie a establecer un ridículo discurso e imagen populista.
Y es que todos ellos aseguran defender la Constitución Política, siempre y cuando se brinquen su artículo 4:
“Ninguna persona o reunión de personas puede asumir la representación del pueblo, arrogarse sus derechos, o hacer peticiones a su nombre. La infracción a este artículo será sedición.”
Dejen por favor de seguir en una línea tan limitada y anticuada de hacer política jugando con todas las personas que le siguen y utilizando sus necesidades como arma populista para defender “al pueblo”, porque tal apreciación no existe del todo. Lo que realmente existe son comunidades, cantones y grupos de la sociedad con oportunidades y necesidades que requieren de su atención urgente y no están dispuestos a esperar sus politiquerías.
NOTA: el contenido en este artículo corresponde estrictamente a la opinión del redactor y no representa la posición de este medio sobre ninguno de los temas que se hayan tocado en el mismo.