¿Por qué late mi ojo y cuán peligroso es para mi salud?
Su nombre formal es mioquimia palpebral y su aparición es un mensaje de alerta. ¿De qué se trata?
El latido incómodo que invade a uno de los ojos se llama mioquimia palpebral y su presencia no tiene que ver con la presión ocular ni con el riesgo de accidente cerebrovascular. Sin embargo, sí es una bandera roja relacionada con el estrés. Así lo afirman los expertos que algunos medios, como The New York Times y La Nación, reunieron.
Si bien uno de los grandes temores de quienes padecen este espasmo es que el malestar se note externamente, los profesionales aclaran que esos movimientos son casi imperceptibles y que, incluso, aunque exista la sensación de temblor, no hay un reflejo visible.
¿Cuál es la causa del latido en el ojo?
“Los espasmos son una señal de que el cuerpo te está pidiendo que bajes tu ritmo”, dijo Raj Maturi, portavoz de la Academia Estadounidense de Oftalmología, para The New York Times.
Por su parte, el doctor Rogelio Ribes Escudero, jefe de Trasplante de Córnea del hospital Alemán, indicó para La Nación que “el cuerpo funciona a veces como un auto: cuando el motor se calienta, se prende una luz roja que indica que hay que parar; con el cuerpo pasa lo mismo. Que te pase esto habla de que hay que bajar las revoluciones”.
El director del Instituto de Neurología de Buenos Aires, Alejandro Guillermo Andersson, también sostuvo para el mismo medio que “lo que ocurre es una especie de fasciculación o palpitación de varias partes del párpado que duran períodos breves y suele suceder mayormente en el inferior”.
¿Cómo evitar el latido en el ojo?
El cansancio y el estrés son las causas más comunes, según los especialistas. Entonces, la prevención está relacionada con una mejora en la calidad de vida. “Esto también ocurre por cuadros de ansiedad o por el consumo de sustancias estimulantes, como la cafeína, el té, el mate o similares, que producen las mioquimias”, subraya el doctor Andersson.
Además, de acuerdo con la American Academy of Ophthalmology, existe una opción más extrema para tratar esta condición: inyecciones de toxina botulínica en los músculos del ojo, las cuales actúan como un relajante muscular. No obstante, la primera recomendación es acudir al oftalmólogo, ya que, en lugar del inyectable, el especialista puede elegir una combinación adecuada de medicamentos.