Holanda permite eutanasia a menor de edad que había sido violada y sufría depresión
La joven de 17 años anunció su decisión a través de las redes sociales y publicó un libro que dijo que esperaba que ayudara a jóvenes vulnerables.
Una joven holandesa murió en su casa en La Haya tras haber pedido la eutanasia en su país, por sus contantes problemas de depresión y angustia que la aquejaban y con los que, según dijo, “no podía seguir lidiando”.
Noa Pothoven, de 17 años, arrastraba los trastornos de ánimo desde pequeña, después que fue violada por un primo y lo que le provocó un trastorno de estrés postraumático, depresión y anorexia, en poco tiempo.
La joven había iniciado los contactos con una clínica “para el final de la vida” a fines de diciembre de 2018 porque esperaba morir acompañada por sus seres queridos, sin dolor y de forma digna.
El 2 de noviembre pasado además, Pothoven publicó un libro titulado Ganar o aprender, con el que, según dijo en su momento, esperaba ayudar a jóvenes vulnerables que luchan por su vida.
Un día antes de su muerte, la joven realizó una publicación en Instagram en la que contaba la decisión que había tomado y le pedía también a sus amigos y seguidores que no intentaran hacerla cambiar de parecer.
«Estuve deliberando por un tiempo si debería o no compartir esto, pero decidí hacerlo de todos modos. Tal vez esto sea una sorpresa para algunos, dado mis publicaciones sobre hospitalización, pero mi plan no es impulsivo. Tras años de luchar y pelear, estoy agotada”, escribió.
“He dejado de comer y beber por un tiempo y, después de muchas discusiones y evaluaciones, decidí dejarme ir porque mi sufrimiento es insoportable», agregó Pothoven.
En Holanda la ley de Terminación de la Vida es legal desde 2002, aunque en la práctica es aceptada desde 1993. El país europeo se convirtió en el primero en el mundo en legalizar la eutanasia, a los que se han sumado, paulatinamente, Bélgica, Colombia y Luxemburgo. En Suiza y Finlandia está aprobado también el suicidio asistido.