Psicóloga asesinó y descuartizó a su esposo: Ahora pagará con 46 años de prisión
Una psicóloga que descuartizó a su esposo en México, en el año 2014, fue condenada a 46 años y cuatro meses de prisión. Alejandra “N” recibió su sentencia este 5 de septiembre luego de varios años de juicio.
La Fiscalía de Ciudad de México le imputó a alias “La Ale” los delitos de homicidio en grado de parentesco y contra el respeto por los restos humanos, por los cuales fue encontrada culpable.
La psicóloga descuartizó y esparció los restos
El crimen por el cual fue procesada la psicóloga ocurrió entre el 4 y el 5 de noviembre de 2014. El asesinato tuvo lugar en la calle Mariano Abasolo de la colonia Valle de Tepepan en la Alcaldía Tlalpan, según informa el portal Milenio.
La mujer apuñaló a su esposo, Allan Carrera Cuéllar, hasta la muerte. Luego de cometer el crimen usó una motosierra para desmembrar el cuerpo; tomó los restos humanos los depositó en bolsas y los esparció por varias zonas de la ciudad.
SENTENCIADA 🚨
La psicóloga Alejandra, recibió una condena de 46 años de prisión al aprobarse que asesinó y mutiló a su esposo en el año 2014, dejando partes del cuerpo de su esposo por varios puntos de la #CDMX. pic.twitter.com/DYk40Ms3mt
— Qué Poca Madre 🇲🇽 (@QuePocaMadreMex) September 6, 2022
Algunas de las partes de la víctima también fueron a parar al desagüe de la vivienda donde ocurrieron los hechos. La policía encontró el torso sin manos ni pies en la colonia Valle Escondido, en Tlalpan.
Al regresar a la vivienda, la mujer cambió las cerraduras de las puertas y le informó al vigilante del conjunto residencial que se iría con su esposo de viaje, no se supo de ella durante varios días hasta que las autoridades encontraron los restos del cuerpo de la víctima y comenzaron a atar cabos.
Luego de las averiguaciones se conoció que Alejandra, antes de cometer el crimen, le proporcionó a su esposo un medicamento que le hizo perder fuerza física, lo que le impidió defenderse del ataque.
La homicida conoció a Carrera Cuéllar a través de su hija, quien era su paciente. El hombre era un empresario y la psicóloga se mostró interesada en conocerlo. Tal fue su insistencia que logró el acercamiento hasta que la relación se dio.