Los doctores se olvidaron de decirle que tenía cáncer y ahora solo le quedan dos años de vida
Un hombre de unos 60 años, cuyo hijo no quiso entregar su identidad, vive momentos difíciles después de una negligencia que tuvo cuando lo atendieron en el Hospital Nelson Marlborough, en Nueva Zelanda.
El paciente optó por ir a ver a su doctor de cabecera en mayo de 2019, después de percatarse que tenía sangre en su orina. A partir de allí, se le informó que tenía al menos un tumor en su vejiga y que, en este caso, podría llegar a ser canceroso, informa 7 News.
A raíz de lo anterior, el hombre fue operado en el mencionado establecimiento y se tomaron muestras de los tumores, los cuales se mandaron a analizar para confirmar si se trataba o no de un cáncer.
La negligencia
El especialista que lo atendió dejó indicaciones de que el paciente necesitaba tomar una cita para hacer el respectivo seguimiento unas dos o tres semanas después de la operación.
Sin embargo, la cita jamás se concretó, ya que se olvidaron y nunca le dijeron que fuera a verse con el médico. Además, lo enviaron a casa el mismo día de la cirugía.
El grave diagnóstico
El Comisionado de Salud y Discapacidad (DHC) confirmó esta situación y afirmó que «a pesar del plan claro establecido, la cita de seguimiento nunca se programó».
Lo peor vino más tarde, ya que los resultados de los análisis dejaron en evidencia que su diagnóstico era más bien grave, puesto que tenía «tumores de vejiga cancerosos que crecen rápidamente y es probable que se propaguen».
El panorama para el hombre se tornó adverso debido a que, como no fue informado en un inicio de su enfermedad, no recibió el tratamiento que necesitaba durante al menos un año.
En esta línea, un año después, al presentar molestias nuevamente, recurrió al hospital y le dijeron que tenía cáncer de vejiga con invasión muscular de alto grado y terminal.
La reacción de su familia
La hija del afectado remarcó que hizo la denuncia ante el Comisionado de Salud y Discapacidad, asegurando que su padre se sentía «extremadamente decepcionado y defraudado por el sistema».
«Como se puede imaginar, pasando de un 70% de probabilidad de no necesitar más tratamiento a un diagnóstico terminal con una tasa de supervivencia de dos años, este ‘percance’ le ha costado a mi padre muchos buenos años de su vida y eso es completamente reprobable», manifestó la mujer.
En esta línea, el doctor de cabecera del paciente sostuvo que «tiene muchas menos posibilidades de sobrevivir incluso si se somete a una cistectomía». En tanto, el hospital se refirió a este episodio y dijo que «avanzarán hacia la implementación de resúmenes de alta para todos los pacientes de la Unidad de estancia diurna».