¿Qué es el síndrome de la cara vacía tras dejar de usar mascarilla?
Pese a que el uso de tapabocas ya no es obligatorio en varios países, algunas personas se resisten a quitárselos por distintas razones.
La pandemia de la COVID-19 volvió una norma el uso de las mascarillas como método para frenar la transmisión del coronavirus SARS-CoV-2. Ante el rápido incremento de contagios y la gravedad de la enfermedad, la medida se veía necesaria y obligatoria.
Dos años después, con una gran parte de la población mundial vacunada y un número menor de contagios, el contexto es muy distinto y algunas naciones están optando por eliminar el empleo obligatorio de los tapabocas.
Pese a ello, algunas personas prefieren seguir usando este accesorio por factores que van más allá de la seguridad sanitaria.
A este comportamiento se le ha denominado popularmente como el ‘síndrome de la cara vacía’ o, por su nombre en inglés, mask fishing.
¿Qué es el síndrome de la cara vacía?
Según los expertos, el síndrome de la cara vacía es una forma de ansiedad social que se caracteriza por un miedo constante de sentirse vigilado o juzgado por otros cuando no se porta mascarilla en exteriores o interiores.
Psicólogos como David Moscovitch y Sidney Santo, docentes en la Universidad de Waterloo, han escrito artículos académicos sobre los efectos psicológicos del uso de las mascarillas en la población, principalmente adolescente.
“Las personas con ansiedad social probablemente experimentarán un renovado temor y ansiedad ante la posibilidad de comportarse de forma incómoda o inapropiada y de ser juzgados negativamente por los demás”, señaló Moscovitch en una entrevista con CNBC Make It.
El síndrome puede tener dos tipos de causas, asegura los expertos: el miedo a mostrar el rostro a los demás por sus propias inseguridades y el temor por contagiarse de COVID-19, aun cuando las probabilidades sean menores.
“Debido a su función de auto-ocultación, las máscaras pueden ser difíciles de desechar para algunas personas, incluso cuando los mandatos de salud pública ya no exigen el uso de máscaras”, señaló Sidney Saint, coautor del artículo.
Según Moscovitch, el aislamiento en casa en tiempos tan prolongados conlleva a la evitación, que es un mecanismo común para afrontar la ansiedad. Y esto puede verse reflejado en la dependencia a la mascarilla en situaciones que no son necesarias ni peligrosas a estas alturas de la pandemia.
Recomendaciones para tratar la ansiedad social
Como las personas que padecen esta fobia se sienten angustiados de establecer interacciones con otros, los expertos recomiendan pasar de la evitación al enfrentamiento del problema. Así, como destaca la psicóloga Pilar Conde en una entrevista con Infobae, algunos pasos a seguir pueden ser:
- Quitarse progresivamente la mascarilla en distintos lugares, se puede iniciar por los más seguros e ir escalando
- Recuperar la interacción social habitual, primero enfrentándonos a hablar con pequeños grupos con los que nos sintamos seguros
- Aprender poco a poco que no ocurre nada grave si te quitas la mascarilla, especialmente si uno cuenta con todo su esquema completo de vacunación.