Diputados insisten en declarar a Chavela Vargas benemérita de la patria
La Comisión de Honores aprobó el expediente que plantea el benemeritazgo de la cantante por su aporte artístico.
La Comisión de Honores dictaminó de forma unánime el expediente que pretende darle el Benemeritazgo de las Artes Patrias a la cantante Chavela Vargas.
La iniciativa de ley tramitada bajo el expediente 22.722 busca reconocer la trayectoria artística de Vargas.
“A Chavela Vargas este país le debe una disculpa y miles de honores. Por eso hoy pongo a disposición de la Asamblea este proyecto para reconocer su trayectoria artística y su huella imborrable”, escribió Vega en sus redes sociales.
“Este benemeritazgo, si bien insuficiente, es una manera colectiva de pedirle perdón a Chavela Vargas (y a tantos artistas de la época que rompieron paradigmas) por la incomprensión de una sociedad que no supo reconocerles su talento en aquel momento”, indica la justificación del proyecto.
Chavela Vargas y su resentimiento hacia Costa Rica
Para nadie es un secreto que la cantante Chavela Vargas guardó toda su vida un ácido resentimiento hacia el país que la vio nacer: Costa Rica.
Hija de un ama de casa, Herminia Lizano, y un jefe policial, Francisco Vargas, “Chavela” nació en San Joaquín de Flores, en Heredia, el 17 de abril de 1919, bajo el nombre de Isabel Vargas Lizano.
Cuando tenía 17 años, vendió unas gallinas y tomó un avión de dos hélices que la llevó a México, país desde donde lanzaba fuertes críticas a Costa Rica.
“Era independiente, rebelde, quería ser libre. La familia no aceptaba su lesbianismo, le caían a leño (castigaban). Salía a dar serenatas, andaba en pantalones en un tiempo en que sólo los usaban los hombres. En las rigurosas normas de la época se rechazaba su forma de ser”, comentó su sobrina Yisela Ávila al medio azteca Informador.
“Volvía al país por su hermana Ofelia, mi mamá; pero al poco tiempo ya se quería ir, no le gustaba estar en Costa Rica”, agregó Ávila.
Eran clásicos sus drásticos juicios sobre Costa Rica que hirieron a un buen sector de la no poco orgullosa sociedad costarricense: “Qué país Costa Rica. Yo pondría allí a todos los suicidas del mundo. Les pondría allí un departamento. Sería un buen negocio una tienda de ataúdes”, dijo al diario español El País en una de sus últimas entrevistas.
La cantante falleció en agosto del 2012 en Cuernavaca, México.