Laura Arguedas: “La cosa más horrible es la etiqueta a la orientación sexual de la gente”
La candidata a la segunda vicepresidencia por el PLN aseguró que su partido dio un giro hacia la inclusión para estas elecciones presidenciales.
La candidata a la segunda vicepresidencia por el Partido Liberación Nacional (PLN), Laura Arguedas Mejía, defendió la importancia del respeto a las diversidades y a los derechos humanos, además, indicó que para estos comicios su partido “dio un giro a la inclusión”.
“Para estas elecciones presidenciales el PLN dio un giro hacia la inclusión que siempre estuvo en su ADN. Liberación está proponiendo inclusión y la primera muestra de esa inclusión soy yo”, declaró Arguedas, quien es la primera mujer lesbiana en aspirar a una vicepresidencia en el país, al Semanario Universidad.
La aspirante a la segunda vicepresidencia indicó que para crear un país más justo es fundamental entender las diferencias.
“Los seres humanos somos diversos, venimos de muchos lugares, creemos en diferentes cosas, amamos a quien el corazón nos dicta y eso hace un poco el principio de los derechos humanos tiene que ver con eso tal vez no sea necesariamente la declaración universal con 30 artículos en la pared y convenciones etcétera, que lo son, pero la parte inicial es esto es como nos relacionamos como nos respetamos desde la razón étnica, la orientación sexual, la religión, el origen”, comentó.
“Ha habido una suerte en sociedades patriarcales y machistas, de la cual no escapamos como país, a entender los temas de la diversidad sexual como tabúes y como cosas malas y eso no es así. Hay que ir quitándole los estigmas, quitándole las etiquetas, porque la cosa más horrible es la etiqueta a la orientación sexual de la gente a lo que la gente le gusta hacer, a lo que quiere y cree. Es importante, es parte de avanzar en tolerancia y en respeto”, agregó.
Arguedas confesó que la mayor parte de su vida ha sido discriminada por pertenecer a la comunidad LGTBIQ+ y por ser mujer, pero aseguró que ha aprendido mucho de esas circunstancias.
“La experiencia de la discriminacion o de un tipo de menoscabo o la desigualdad eso tiene que servir de alguna manera para que las personas aprendamos y podamos crecer en resiliencia y además es un ejercicio de alteridad. Aprendemos sobre respeto porque la idea siempre es que yo debo tratar a la gente como yo quisiera que me traten de manera que finalmente es un ejercicio interesante de alteridad y de resiliencia, claro que sí”, concluyó.