Recope pide aumento en combustibles por tomas ilegales que no han podido controlar
La entidad afirma que perdieron más de ₡1.500 millones por el robo de combustible el año anterior, pero quieren que todos nosotros paguemos por ello.
El robo de combustibles es una realidad en nuestro país y la actividad se lleva a cabo en tomas ilegales de este importante producto que fluye por oleoductos a lo largo y ancho del país y cuya responsabilidad recae sobre la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
Pérdidas millonarias
De hecho, esta entidad calcula que, solo durante el 2018, se perdieron ₡1.537 millones a causa de esta toma ilegal que hacen a los poliductos, provocando un desequilibrio en las finanzas de Recope.
La refinadora encuentra estos errores dado a variaciones en el flujo de los poliductos que pueden localizar e intervenir, pero al llegar a estos puntos nunca hay nadie y encuentran desde tomas muy elaboradas con válvulas hasta otras muy hechizas con tubos de PVC y baldes.
Los lugares donde es más recurrente esta lamentable situación es en Siquirres, Turrialba, La Garita y Barranca, provocando que solo en el año anterior se atendieran 199 tomas ilegales de combustibles.
Robos serían pagados por los usuarios
Sin embargo, a causa de las pérdidas ocasionadas por algo que no han podido controlar, Recope solicitó el 29 de marzo anterior un aumento en los precios de los combustibles ante la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep), con el propósito de recuperar dichos montos perdidos.
Aunque la solicitud aún no ha sido aprobada ni rechazada por la Aresep, los usuarios pagarían los platos rotos del robo de combustibles. Recope ha solicitado un aumento de ₡0,04 en la gasolina plus 95, ₡0,62 en la super y ₡0,67 en el diésel.
Estas son las justificaciones de la entidad
Recope argumenta estos aumentos por la inversión que aseguran han realizado en seguridad, para la cual han contratado efectivos oficiales y hasta drones para combatir las tomas ilegales. Además, el Instituto Costarricense de Seguros les suspendió el año anterior una póliza que les cubría todos estos robos, pues dejó de ser algo ocasional o accidental para convertirse en un tema recurrente que la refinadora no ha podido controlar.