Presidente pide cerrar la Puerta del Infierno de Turkmenistán
Hay varias razones para buscar la forma de sofocar las llamas.
El presidente de Turkmenistán, Gurbangulí Berdimujamédov, ordenó cerrar la Puerta del Infierno, que está en medio del desierto de Karakum, pero qué es.
El presidente Berdimujamédov lamentó la gran cantidad de gas natural que se ha desperdiciado desde hace más de medio siglo, además de las pérdidas económicas millonarias y el daño al medio ambiente en el desierto de Karakum que implican que siga ardiendo.
El periódico “Turkmenistán Neutral” reveló que el presidente de Turkmenistán pidió al viceprimer ministro, Shajim Abdrajmánov, que encuentre la forma de sofocar las llamas con ayuda de científicos turkmenos y, si es necesario, extranjeros.
Según indica Sputnik News, el presidente agregó que el país está perdiendo materias primas que podrían venderse y exportarse. Para extinguir el fuego del cráter, Berdimujamédov explicó que, de ser necesario, se involucrará a expertos extranjeros y organizará discusiones científicas.
Berdimujamédov ya había planteado el cierre de la Puerta del Infierno desde 2010, pero las impresionantes llamas siguen ardiendo.
¿Cómo podría cerrarse la Puerta del Infierno?
Científicos rusos han planteado la extinción del pozo a través de una explosión, que exigiría una gran inversión financiera, pero no impediría el escape del gas.
¿Dónde está la Puerta del Infierno?
El cráter se encuentra en el centro del Karakum, a unos 260 kilómetros de la capital turkmena, Asjabad, y tiene 60 metros de ancho y casi 20 metros de profundidad. También es conocido como el pozo de Darvaza y se ha convertido en una de las grandes atracciones de esta remota exrepública soviética.
La Puerta del Infierno es un error humano, aunque es considerada una maravilla de la naturaleza. En 1971 geólogos soviéticos que estaban en busca de gas perforaron la zona del desierto de Turkmenistán; sin embargo, el terreno arenoso elegido para la prospección se desplomó.
Con el fin de no intoxicar a la población local y a su ganado, los geólogos optaron por quemar el gas que salía del cráter con la esperanza de que se extinguiera tarde o temprano.