Denuncian que las pruebas FARO afectaron la privacidad e intimidad de los jóvenes
Los datos personales de los jóvenes solo pueden ser brindados por los padres o encargado.
La Asociación Nacional de Educadores (Ande), la ONG Pridat y maestros de segunda enseñanza denuncian que existen discrepancias en pruebas FARO del Ministerio de Educación Pública (MEP), ya que, supuestamente violentaron la intimidad de los estudiantes y la protección de datos personales.
Las pruebas que fueron realizadas toda esta semana a estudiantes de quinto grado de escuela, recopilaron datos sobre la condición socioeconómica y personal, así como familiar de los menores.
El MEP aseveró que estos exámenes cuestionan factores propios de los estudiantes y del ambiente educativo que dejará explicar de manera congruente los puntajes alcanzados.
El medio Teletica.com las pruebas FARO cuestionaban «el techo de mi casa es de…», «los pisos de mi casa son de…», «¿Con cuáles de los siguientes servicios cuenta su casa?».
Según Daniel Rodríguez, director ejecutivo de la ONG, explicó para citado medio que los datos personales de los menores solo pueden ser brindados por los padres de familia o encargados.
El ANDE citó que estas pruebas no van a mejorar la Educación Pública, además, generará una serie de efectos adversos en el gremio estudiantil.
“Estas pruebas han vulnerado la integridad física y emocional de los niños y niñas, así como de sus docentes, quienes presenciaron el inútil agotamiento al que fueron sometidos durante más de cuatro horas, sin los periodos de descanso. Además, se incluyen preguntas sobre condiciones de sus viviendas y apoyo de las familias, lo que se convirtió en otra carga emocional para los niños y niñas, al tener que evaluar sus condiciones sociales y entorno familiar”, dijo Gilberto Cascante, presidente de Ande.
Una docente de la escuela Manuel Ortuño que se ubica en San Rafael de Desamparados, doña Isabel Jiménez, destacó para Teletica.com que: “muchos niños me preguntaban qué era un fibrolit, qué era mosaico y otros me decían que no sabían qué era un fibrocemento o láminas de zinc. Por donde usted lo vea es un ataque, un abuso, fue algo muy feo porque los estudiantes pasaron hasta siete horas sentados en una silla de madera sin poder hacer pausas ni comer algo”.
Para finalizar, la profesora mencionó que el ministerio de Educación Pública no cumplió con las expectativas de la prueba FARO.
“Si usted veía las preguntas de Español, Matemáticas y Ciencias preguntaban también cosas como: cuántas veces se conectó su maestro durante la pandemia. Nunca les preguntaron por qué razón no se conectaron o si tienen acceso a Internet; muchos niños no lo tienen. También preguntaban por metodologías de aprendizaje que los niños no saben, ni tienen por qué saber”, agregó Isabel Jiménez.