Niña tiene cáncer y tumor cerebral, pero solo pide que le manden fotos de perritos
Cuando los síntomas gripales, los vómitos y el dolor de cabeza se volvieron más intensos que lo normal, los padres de Emma Mertens llevaron a la nena de 7 años al hospital. Allí le hicieron estudios, la revisaron y le dijeron que lo que tenía era grave. Las palabras cancer y niña son sinónimo de tragedia y más aún si se trata de DIPG (por sus siglas en inglés), un tumor cerebral que actualmente no tiene cura.
De un gran golpe esta familia de Wisconsin, Estados Unidos, que hasta entonces pensaba (como todos) en sus días laborales, la escuela y la rutina diaria, ahora debía comenzar a lidiar con la posibilidad de que Emma perdiera la vida en cuestión de meses.
Duro golpe a la familia
«Nunca ni en mis sueños más locos pensé que tendría que decirle a nuestros niños que su hermanita tiene un cáncer cerebral terminal que no se puede operar», relató Geoff Mertens, el padre de Emma, sobre esa sensación que ningún padre desea vivir.
Pero llegó un día en que este papá sintió que algo más tenía hacer. Que además de correr de un médico al otro debía levantarle el ánimo a su hija y que el drama sea, al menos por un rato, un poco menos doloroso. Entonces se acordó de la sonrisa imborrable que a Emma se le dibujaba en el rostro cada vez que un perro terapeuta la venía a visitar y decidió pedir a través de las redes sociales, que le enviaran fotos y cartas de perritos a la nena para cambiarle el humor.
El apoyo de desconocidos cambió su vida
En cuestión de días las cartas, fotos y paquetes empezaron a inundar la casa de Emma y la oficina de correos local. «Voy a la oficina postal cada día y lleno la parte de atrás de mi camioneta. Un día fueron tres cargas (para poder traerlo todo)», contó Geoff a Univision
La pequeña recibió mensajes desde Holanda, Inglaterra, Alemania, Italia, Australia y hasta Venezuela. Sin contar los que recibió desde todos los estados de Estados Unidos. «Emma ama a los perros y ¡está funcionando! La respuesta ha sido increíble. Emma está cambiando el mundo. Los mensajes de las personas son tan alentadores y reconfortantes», aseguró Geoff.
Los mensajes se multiplicaron al nivel que la familia debió pedir que sólo los manden de manera digital, porque ya no tenían espacio físico para recibir las cartas. «Nuestra dirección se hizo viral y personas de todas partes la están compartiendo en redes sociales», escribió el padre en un post del blog online el 22 de febrero, junto a la petición de cambiar el destino de los envíos. Allí explicó que los mensajes debían ser vía mail o Facebook.
Hasta el momento han recibido más de 200.000 cartas y siguen llegando, dice este padre de tres hijos. Semejante muestra de afecto sin dudas que ha logrado cambiar el humor de toda la familia: «Si el amor lo cura todo, este cáncer no tiene ninguna posibilidad!!!!», escribió en su blog Geoff, un día en que la emoción lo superó.
¿Cómo vive esto Emma? «Ella entiende que tiene un cáncer muy grave, en un lugar muy malo. Sabe que estamos haciendo todo lo que podemos para vencerlo». Sin embargo el reto no es sencillo. Hasta el momento este tumor que se centra en niños y adolescentes no tuvo sobrevivientes.
Duros tratamientos
Las terapias que se han utilizado en los últimos 40 años para este tipo de cáncer han fracasado completamente dejando para estos pequeños pacientes una escasa esperanza de vida. Solo el 10% de los niños con DIPG sobrevive dos años luego de ser diagnosticado y menos de un 1% sobrevive cinco años.
En febrero, Geoff relató la cruda realidad en la que se encuentra la niña: «Nuestro oncólogo nos dio nuestra línea de tiempo y la realidad nos abofeteó en la cara nuevamente, después de lo que pareció una semana ‘normal’ en la casa. Ver a Emma progresar tanto últimamente hace fácil que uno olvide que nadie ha sobrevivido al DIPG. El promedio es solo nueve meses después del diagnóstico».
Familia no se va a rendir
De todos modos no están dispuestos a bajar los brazos y no tienen otra opción más que pelear: «Continuaremos luchando para vencer esto y traer tanta atención como sea posible al cáncer cerebral pediátrico. Tenemos que encontrar una cura. Mientras tanto vamos a seguir viviendo: un día a la vez, un recuerdo a la vez».
Al mismo tiempo el apoyo de la comunidad también ayuda a sostener las cuentas económicas. Crearon una cuenta en GoFundMe con la que recaudan fondos para los tratamientos y otros gastos médicos que ya sobrepasó por miles la meta inicial de 100.000 dólares.
Paso a paso, viviendo el presente, Geoff, Emma y toda la familia sólo piensan en disfrutar al máximo: «En este momento estamos en un buen lugar. La radioterapia ya terminó. Tenemos citas médicas cada semana, pero Emma está bien en este momento. Estamos buscando ensayos clínicos y el siguiente paso en su tratamiento».